El exministro de Hacienda de Brasil Antonio Palocci acusó al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva de aceptar sobornos de la constructora Odebrecht por un monto de 100 millones de dólares al Partido de los Trabajadores (PT).
Abogados de Palocci dijeron que su cliente informó a los fiscales de que Lula aceptó que Odebrecht comprara terrenos para un instituto en su nombre, una casa de campo en el estado de São Paulo y 300 millones de reales (unos 81 millones de euros) para su uso una vez que dejara el cargo.
En respuesta, un portavoz de Lula rechazó las acusaciones, asegurando que Palocci miente y que las ha formulado sin pruebas y con el objetivo de lograr un acuerdo favorable y reducir su condena.
De acuerdo con el testimonio del exministro de Hacienda, Emilio Odebrecht, patriarca del grupo Odebrecht, abordó a Lula a finales de 2010, en los últimos días de su mandato, para hacer un “pacto de sangre, un paquete de sobornos que se desdoblaría en la compra del terreno para el Instituto Lula y un paquete de 300 millones de reales en sobornos que estarían disponibles para el PT.
(Hubo un) pacto de sangre, un paquete de sobornos que se desdoblaría en la compra del terreno para el Instituto Lula y un paquete de 300 millones de reales en sobornos que estarían disponibles para el Partido de los Trabajadores”, declaró el exministro Palocci ante el juez federal Sergio Moro.
Palocci, condenado ya por corrupción en el caso Petrobras, declaró el miércoles como imputado ante el juez federal Sergio Moro en una causa también relacionada con los millonarios desvíos de fondos que ocurrieron en la petrolera estatal y en la que también responde el propio Lula.
Lula se someterá a un nuevo interrogatorio de Moro por esta causa el próximo 13 de septiembre en la ciudad de Curitiba, en el estado de Paraná, donde se concentran las investigaciones del caso Petrobras en primera instancia.
Como Palocci, Lula fue condenado este año en primera instancia a nueve años y medio de prisión en uno de los seis procesos penales que afronta el exmandatario con la Justicia, la mayoría de ellos relacionados con el caso Petrobras.
Lula da Silva ha afirmado en reiteradas ocasiones ser víctima de una "persecución judicial" que tiene por meta, a su juicio, acabar con su vida política e impedir así que vuelva a postularse para la Presidencia de Brasil en las elecciones previstas para octubre de 2018.
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