De acuerdo con una publicación en la página Web oficial del Gobierno brasileño, el nuevo canciller del gigante suramericano, José Serra, ha criticado la posición de los tres países en protesta por la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
“Llamo a los jefes de Estado y de Gobierno de estos países para conectar más a la realidad, lo que de hecho está sucediendo en Brasil. Un cambio previsto en la Constitución y las leyes”, ha manifestado Serra.
Llamo a los jefes de Estado y de Gobierno de estos países para conectar más a la realidad, lo que de hecho está sucediendo en Brasil. Un cambio previsto en la Constitución y las leyes”, ha dicho el nuevo canciller brasileño, José Serra.
Previamente, el Ministerio de Exteriores venezolano había retirado su embajador y congelado sus relaciones con Brasil. Caracas había condenado “categóricamente” la destitución de Rousseff y considerando que la mandataria brasileña ha sufrido un "golpe de Estado parlamentario" que, además de invalidar ilegítimamente los votos de los millones de brasileños que la eligieron para el cargo, ha violentado la Constitución y alterado la democracia en Brasil.
En reacción, Serra ha arremetido contra el Gobierno de Caracas alegando que no puede hablar de democracia ya que, a su juicio, las autoridades venezolanas no adoptan medidas demócratas por tener presos políticos.
Por su parte, los presidentes de Bolivia y Ecuador, Evo Morales y Rafael Correa, respectivamente, denunciaron la decisión del Senado brasileño, tacharon la medida de un golpe parlamentario contra Rousseff y retiraron a sus representantes diplomáticos de Brasil. De igual manera, el Gobierno cubano ha rechazado enérgicamente el golpe de estado parlamentario-judicial contra la presidenta y lo califica de acto de desacato a la voluntad soberana del pueblo del país sudamericano.
En este sentido, mediante un comunicado, la Cancillería brasileña ha lamentado la “falta de comprensión de los Gobiernos de Bolivia, Ecuador y Cuba” y ha manifestado que eso niega los objetivos de la integración de América Latina.
8 meses y 17 días después del inicio de su impeachment, Rousseff, la mayoría del Senado ha votado a favor de que abandone el cargo de presidenta, pero podrá ejercer cargos públicos si lo desea.
Así, el presidente en ejercicio, Michel Temer —quien ya estaba sustituyendo a Rousseff como interino desde su suspensión en mayo— ha tomado posesión como nuevo jefe de Estado hasta 2018, entre fuertes protestas contra su política de duros recortes.
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