• Gabriela Zapata es trasladada a prisión, en el marco de una causa por tráfico de influencias.
Publicada: jueves, 17 de marzo de 2016 8:40
Actualizada: viernes, 18 de marzo de 2016 4:08

Gabriela Zapata, exgerente comercial de la empresa china CAMC y expareja del presidente boliviano Evo Morales, nunca tuvo un hijo con el mandatario y le “engañó” falsificando documentos.

El fiscal general del Estado boliviano, Ramiro Guerrero, reveló el miércoles que, según las indagaciones, la mujer se valió de documentos falsos para conseguir el certificado de nacimiento en 2007.

“Este certificado es como si hubiera nacido el niño el 30 de abril de 2007, pero el certificado de maternidad del hospital corresponde a un niño que nació en 2006”, precisó durante una rueda de prensa.

Este certificado es como si hubiera nacido el niño el 30 de abril de 2007, pero el certificado de maternidad del hospital corresponde a un niño que nació en 2006”, dijo el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero.

Dicho esto, el fiscal explicó que ahora los delitos que enfrenta Zapata, investigada por enriquecimiento ilícito, se multiplican por “falsedad material, uso de instrumento falsificado, falsedad ideológica, ejercicio ilegal de la profesión y muchos tipos penales que analiza el director funcional de la investigación”.

Además, reveló que la expareja nunca había estado internada en el Hospital de la Mujer ya que en tal centro médico no existe registro de las camas ni de las salas de internamiento.

Tras conocerse esta información, el vicepresidente Álvaro García Linera arremetió contra Zapata por “engañar” al presidente y aseguró que se trata de un complot de la “derecha”, ya que la oposición estaba al tanto de la “mentira” de Zapata pero la utilizó para atacar a Morales.

El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.

 

El jefe del Ejecutivo había reconocido tanto su relación con Zapata que surgió en 2007 como el nacimiento de un niño como resultado del vínculo sentimental pero dijo que el bebé falleció y la relación se dio por finalizada poco después.

Tras destaparse la relación, la oposición cargó contra el mandatario y le acusó de tráfico de influencias debido a que Zapata, como gerente de la empresa china CAMC, se adjudicó contratos con el Estado por unos 560 millones de dólares.

Morales rechazó los alegatos y ordenó iniciar una investigación, tras lo cual Zapata fue detenida preventivamente bajo cargos de enriquecimiento ilícito.

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