Asia y Oceanía
Al-Sisi admite "violaciones" de derechos humanos en Egipto
El presidente de Egipto, Abdel Fatah al-Sisi, ha reconocido este martes las "violaciones" de los derechos humanos en el país árabe por parte de las fuerzas de seguridad bajo su control, que tienen orden de silenciar brutalmente cualquier voz opositora.
Al-Sisi, en un evento temprano para celebrar el 63º aniversario del Día de la Policía que vence el 25 de enero, a pesar de este reconcomiendo ha intentado justificar las violaciones de sus fuerzas alegando que Egipto vive actualmente "una situación excepcional" en la que las violaciones de los derechos humanos son ineludibles.
Asimismo, ha minimizado la importancia del derecho a la protesta, dando a entender que las manifestaciones son perjudiciales para el país, que ha sido escenario de innumerables protestas desde la revolución de enero de 2011 que derrocó al exdictador egipcio Hosni Mubarak y posteriormente, la destitución del presidente legítimo egipcio, Mohamad Mursi, en 2013, por parte del exjefe del Ejército, el mismo Al-Sisi.
En este sentido, el mandatario egipcio ha lanzado una advertencia a los opositores afirmando: "tened cuidado cuando exijáis vuestros derechos. Tened cuidado, no nos llevéis a nosotros por el mal camino".
Por otra parte, ha afirmado que quienes cuestionan a su Gobierno acerca de los derechos humanos están ignorando el hecho de que su país de 90 millones carece de los derechos a desarrollo, la estabilidad y la inversión.
Egipto aprobó una polémica ley en noviembre de 2013 que prohíbe los mítines no autorizados y permite a la policía utilizar la fuerza excesiva para disolver las protestas y detener a los manifestantes. La ley ha recibido duras críticas por organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales que dicen que viola las normas internacionales de protestas pacíficas.
Desde que el pasado 3 de julio de 2013, el Ejército egipcio, liderado por Al-Sisi derrocara a Mursi, las nuevas autoridades han detenido a miles de simpatizantes y miembros de los Hermanos Musulmanes (HHMM), muchos de los cuales han muerto también en manifestaciones.
También han sido detenidos cientos de activistas, entre ellos algunos de los que instigaron la revolución de 2011 contra Mubarak, por violar la mencionada ley de protestas que, según los defensores de derechos humanos, restringe el derecho de manifestación.
Desde el derrocamiento de Mursi, el exjefe del Ejército convertido en presidente en mayo de 2014 está acusado por sus detractores de haber instaurado un régimen autoritario que elimina cualquier oposición.
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