• Un refugiado rohingya porta un tronco de bambú para utilizarlo como material de construcción en el campo de refugiados de Thankhali, en Bangladés, 22 de enero de 2018.
Publicada: domingo, 25 de febrero de 2018 18:42
Actualizada: lunes, 26 de febrero de 2018 17:49

Al menos el 90 % de los musulmanes rohingyas ha huido del estado de Rajine rumbo a Bangladés tras las medidas represivas del Ejército de Myanmar en agosto de 2017, corrobora el destacado portal birmano de noticias The Irrawaddy, citando estadísticas gubernamentales y de oenegés.

El rotativo ha analizado las estadísticas regionales del Departamento Administrativo General (DAG) sobre los municipios de Maungdaw, Buthidaung y Rathedaung, información fechada en octubre de 2017. Mencionar que dicho organismo está bajo el control del Ministerio del Interior de Birmania (Myanmar), controlado por los militares, según confirma el portal bangladesí de Dhaka Tribune en su edición del sábado.

The Irrawaddy también alude a las cifras recogidas por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) sobre el número de refugiados rohingyas en los campamentos de Bangladés. La OCHA señala que, entre el 25 de agosto (de 2017) y el 27 de enero (de 2018), se registraron 688.000 nuevas llegadas.

El rotativo calcula que solo 79.000 rohingyas permanecen en Rajine (oeste de Myanmar), lugar donde en 2016 había una población de 767.038 habitantes, conforme aseguró un alto funcionario regional, bajo condición de anonimato.

 

El artículo de 2000 palabras de The Irrawaddy, que testificó la quema de aldeas por los extremistas budistas mientras acompañaba en una gira por Maungdaw a varios diplomáticos extranjeros en octubre de 2017, indica que el informe proporcionado por el DAG evita mencionar el número de los sitios quemados en Rajine.

Las autoridades de Myanmar, país de mayoría budista, no reconocen la ciudadanía a esta minoría musulmana que, sin embargo, vive en este país desde hace siglos. De hecho, consideran a los rohingyas inmigrantes bengalíes y, en consecuencia, les imponen múltiples restricciones, incluida la privación de movimientos y de sus derechos más básicos.

Las fuerzas de seguridad de Myanmar atacan a los musulmanes rohingyas e incendian sus aldeas en un intento por expulsarlos del estado de Rajine, en medio del mutismo de la líder ‘de facto’ de Myanmar y Nobel de la Paz 1991, Aung San Suu Kyi.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha tachado de limpieza étnica y de crímenes de lesa humanidad los ataques de los militares birmanos a la minoría rohingya.

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