Durante un discurso en la cena del 25 aniversario del Movimiento Republicano Australiano (ARM, por sus siglas en inglés), Turnbull, ferviente defensor de la república, planteó la necesidad de independizarse del Reino Unido y convertir el país en una república, petición que —asegura— deviene del patriotismo.
"La causa del Movimiento Republicano Australiano (ARM) es una causa para Australia", dijo el sábado Turnbull, quien fracasó en un intento similar en 1999, cuando el pueblo australiano prefirió quedarse en la órbita de la corona británica durante un referéndum independentista.
La causa del Movimiento Republicano Australiano (ARM) es una causa para Australia", dijo el premier australiano, Malcolm Turnbull.
El primer ministro aclaró, sin embargo, que no pretende convocar otro referéndum durante el reinado de Isabel II.
En Australia el poder de la corona británica es visto como algo más bien simbólico, y aunque la reina Isabel II es popular, la percepción en torno a la institución recae en el calificativo de reliquia anacrónica del periodo colonial.
El apoyo a una Australia independiente ha vacilado a lo largo de los años. Un sondeo llevado a cabo en 2014 por Fairfax-Nielsen mostró que el 51 por ciento de las 1400 personas encuestadas apoyaba el estatus actual, frente al 42 por ciento que prefería una república.
Otra encuesta realizada en noviembre de 2015 puso de relieve que el 51 por ciento de los australianos apoya sustituir la monarquía por un sistema republicano.
Isabel II, de 90 años de edad, encabeza los 16 países que conforman la Mancomunidad de Naciones o Commonwealth, entre ellos: Nueva Zelanda, Canadá, Australia y Jamaica.
En Nueva Zelanda el viento también parece empezar a soplar en contra de la familia real británica. Una nueva encuesta publicada en septiembre indicó que el 59 % de los neozelandeses aboga por tener un jefe de Estado independiente tras un eventual fallecimiento de la reina Isabel II, mientras que el 34 % prefiere seguir bajo el control de Buckingham: residencia oficial de la monarca en Londres, capital británica.
El sondeo de New Zeland Republic mostró un incremento del apoyo popular a una Nueva Zelanda independiente, con respecto a los datos recogidos en marzo de 2014, cuando solo el 47 % de los encuestados votó en contra de la familia real británica.
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