• El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte.
Publicada: sábado, 5 de noviembre de 2016 7:03
Actualizada: domingo, 6 de noviembre de 2016 21:34

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, se enojó con EE.UU. por sus críticas sobre la campaña antidroga de su Gobierno y agradeció a China por su postura.

En declaraciones ofrecidas el viernes, citadas por la agencia de noticias británica Reuters, enfatizó que debido a la ofensiva del Gobierno contra el narcotráfico, la oferta se ha reducido hasta niveles “muy bajos” y elogió los apoyos de China por haber financiado un enorme centro de rehabilitación de drogas.

“Ahora, ¿quién ayudó? China”, dijo el presidente filipino y continuó: “(Y) Los estadounidenses, ¿qué dijeron? –Duterte, detenga los asesinatos extrajudiciales, nosotros le hacemos a usted responsable”, denunció el jefe del Gobierno del país asiático.

Ahora, ¿quién ayudó? China. (Y) Los estadounidenses, ¿qué dijeron? –Duterte, detenga los asesinatos extrajudiciales, nosotros le hacemos a usted responsable”, denunció Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas.

Duterte repitió nuevamente las duras palabras que ya había utilizado para dirigirse al aliado tradicional de Filipinas. “Dije que pueden irse al infierno, son una mierda, ustedes miran a los filipinos como perros (...). Todos son hijos de …a porque violaron nuestra dignidad”, expuso.

 

También, arremetió contra la organización Human Rights Watch (HRW, por sus siglas en inglés) por “atacarle” para justificar una donación equivalente a 100 millones de dólares que prometió ofrecer al organismo hace seis años el multimillonario y especulador financiero George Soros.

Duterte alzó la voz para decir que la HRW pertenece a Soros ya que él fue su financiero.

“Ellos proporcionan fondos. Realmente van a atacar para justificar. Ellos me eligieron a mí... me están golpeando. Eso está bien, en editoriales todos los días, puedo tolerarlo”, concluyó.

La relación entre Estados Unidos y Filipinas se ha complicado recientemente por la reacción del presidente Duterte ante las críticas de Washington por la violencia de la Policía en su campaña antidrogas.

Ha dado un ultimátum a Washington para que retire a sus tropas del país asiático durante los próximos dos años. El jefe de Estado filipino busca sustituir a EE.UU. por Rusia y China en la compra de armas y ha retado a la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) a intentar derrocarlo.

No obstante, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aseveró el jueves en un acto público que los nexos entre Washington y Manila son “indelebles”.

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