• Presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte asiste a la cena de bienvenida en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Vientián, 6 de septiembre de 2016.
Publicada: jueves, 8 de septiembre de 2016 8:31

Aunque Obama había anulado la reunión prevista con Duterte debido a las ofensas del presidente filipino, los dos mandatarios se reunieron informalmente.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama y su par filipino, Rodrigo Duterte, tenían programados mantener una reunión formal al margen de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN, en inglés) en Vientián, capital de Laos.

Sin embargo, Obama suspendió el encuentro después de que Duterte lo llamara “hijo de…”, tras advertirle a él y a otros líderes que no lo cuestionaran por la campaña antidrogas que promueve en su país.

Se han reunido en la sala de espera y han sido los últimos en salir”, ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores de Filipinas, Perfecto Yasay.

No obstante, ambos mandatarios el miércoles se han reunido en una sala de espera poco antes de asistir a la cena de gala celebrada en Laos al margen de la cumbre de ASEAN, ha informado la agencia noticiera estadounidense Associated Press.

 

Los presidentes estrecharon las manos y hablaron durante dos o tres minutos antes de asistir a la cena de la ceremonia.

“Se han reunido en la sala de espera y han sido los últimos en salir”, ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores de Filipinas, Perfecto Yasay, quien definió la relación entre ambos países como “firme” y “muy sólida”.

“La base de estas relaciones es histórica y ambos líderes se dan cuenta de ello. Estoy muy feliz de que esto haya sucedido", señaló Yasay.

A su vez, el vocero del Departamento de Asuntos Exteriores de Filipinas, Charles Joe, consideró la reunión “de mutuo acuerdo”. Sin embargo, se desconoce de qué conversaron Obama y Duterte.

En las últimas semanas, defensores de derechos humanos acusaron a Duterte de permitir el funcionamiento de “escuadrones de la muerte”. De acuerdo con datos de la Policía, unos 1011 consumidores de droga y narcotraficantes murieron en operaciones de la Policía entre el 1 de julio y el 4 de septiembre.

No es la primera vez que el mandatario filipino roza el ridículo ya que otra paráfrasis sonora fue su reciente ilustración sobre las víctimas de su política de “disparar a matar”, sobre quienes aseguró que no pueden ser considerados "humanos".

mnz/ktg/hnb