Este sábado marcó la 26.ª semana consecutiva, medio año, de protestas contra la reforma judicial que impulsa el gabinete del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Según los organizadores de las movilizaciones, más de 286 000 israelíes salieron a las calles, de los que 150 000 se congregaron en el cruce de Kaplan en Tel Aviv, epicentro de las manifestaciones desde enero.
También hubo manifestaciones en otras ciudades como Haifa, Ashdod, Beersheba, Karkur, Beit Shemesh, Netanya, Karmiel y Al-Quds, en esta última se reunieron al menos un millar de personas en los alrededores de la residencia oficial del primer ministro Netanyahu.
Esta jornada se registró un repunte en la participación de los manifestantes, coincidiendo con el anuncio del premier israelí de que seguirá adelante con su proyecto judicial, a pesar de que la oposición anunció que abandonaba las negociaciones que buscaban un consenso en torno a esa medida, y miles de personas insisten en la cancelación total de la reforma.
Al respecto, Fuerza Kaplan, uno de los grupos organizadores bautizado como la avenida de Tel Aviv donde se celebran las protestas, consideró “crucial” responder rápidamente con la desobediencia civil no violenta cuando un gobierno promulga leyes que infringen los derechos de los ciudadanos.
Entre tanto, está previsto que el gabinete de Netanyahu lleve el lunes próximo a primera votación al parlamento una ley para eliminar la doctrina de la razonabilidad, que permite al tribunal supremo revisar y revocar cualquier decisión gubernamental sobre la base de si es razonable o no.
En este marco, los promotores de las manifestaciones han convocado para el lunes nuevas protestas en el entorno del aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, con la idea de bloquear los accesos al mismo.
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