“No subestimaré ni por un momento su capacidad para atacar a Israel y a otros, perturbar la vida normal o su deseo de ver a Israel derrotado”, ha dicho Barak en un artículo publicado este lunes en la revista Time.
En este mismo contexto, se ha referido a la capacidad de los aviones no tripulados (drones) de la República Islámica. Irán siguió enriqueciendo uranio, de un país que Rusia fue asignado a monitorear se ha convertido en un país que “suministra drones” a Rusia, ha señalado.
En otra parte del artículo, Barak lanza acusaciones repetidas contra el programa nuclear pacífico de Irán alegando que el país persa tiene como objetivo construir armas atómicas.
Ante tal coyuntura, aconseja a su aliado estadounidense reunir a un grupo de varios países para garantizar que no se pase por alto ningún desarrollo de información sobre dicho programa.
Esto, mientras que el propio régimen israelí es el único de la región que no ha firmado el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, y con el apoyo político y militar de EE.UU., nunca ha sometido sus centros nucleares a las salvaguardias totales de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), ni ha permitido inspeccionarlos.
En efecto, Israel, al negarse a integrar el TNP y otros acuerdos de control armamentista, sigue retando todos los mecanismos internacionales que controlan las armas de destrucción masiva y supone un desafío a la estabilidad regional, no obstante, intenta retratar las capacidades de armas convencionales de Irán o su energía nuclear, exclusivamente pacífica que se encuentra bajo la verificación más sólida de la AIEA.
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