La dirigente social de la organización Túpac Amaru, Milagro Sala, presa desde hace un año en Jujuy (noroeste de Argentina), no fue apuñalada ni se intentó suicidar con una tijera, desmintieron en un tuit dirigentes de esta organización.
Previamente, la abogada de Sala, Elizabeth Gómez Alcorta, había informado que su defendida se quiso lesionar debido a un estado de vulnerabilidad psicológica creciente, producto de lo considera “una persecución” del gobernante de Jujuy Gerardo Morales (del oficialista partido Cambiemos). Agregó que “hay un informe de la psicóloga del momento” que ocurrió el incidente y que todo quedó explicado en ese documento.“La quieren ver muerta”, ha advertido.
una persona que se autoagrede, se autolesiona, evidencia una situación crítica y de alta vulnerabilidad y un cuadro de angustia”, declara la abogada Elizabeth Gómez Alcorta.
Gómez Alcorta explicó que Sala entró en una situación de extrema tensión cuando, el miércoles, le notificaron la “iniciación de tres nuevas causas en su contra y que debía trasladarse a la fiscalía para notificarse”. Para la abogada, “una persona que se autoagrede, se autolesiona, evidencia una situación crítica y de alta vulnerabilidad y un cuadro de angustia”.
De otro lado, la administración de Morales, a través de un comunicado resaltó que Sala “participó con total normalidad de una serie de actividades y festejos”, incluso los días viernes, sábado y domingo desarrolló sus actividades normalmente sin realizar ningún tipo de queja ni denuncia, hasta que se publicó la falsa noticia de su intento de suicidio.
El gobierno jujeño aseguró: "Es mentira que Milagro Sala se haya autolesionado con una tijera. Lo que es verdad, es la lucha de poder que mantiene internamente, como suele ocurrir en el ámbito carcelario. La historia que se difundió es un nuevo show para victimizarla y volver a ponerla en los medios".
Cabe mencionar que pese a que, a juicio de activistas y defensores de los derechos humanos argentinos, el encierro de Sala es sinónimo de criminalización a las protestas. En tanto que el presidene argentino, Mauricio Macri, desoye las exigencias para la liberación de la activista.
Sala afronta diversos procesos judiciales y ya recibió dos condenas: una penal, de tres años de prisión en suspenso, por daños durante un acampe realizado en 2009 contra dirigentes radicales.
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