Los activistas se manifestaron para exigir el fin de las actividades de la corporación de la mayor productora de semillas transgénicas en la provincia central de Córdoba.
Pese a que en 2014 un tribunal argentino ordenó que se impida la labor de Monsanto en la región, la corporación de la mencionada transnacional estadounidense sigue operando en el país suramericano.
En diferentes países y en el mismo EE.UU. se han formado movimientos en contra de los alimentos genéticamente modificados de la corporación Monsanto, cuya política expansionista se apoya en la teoría de que “quien tenga el control de los alimentos, tendrá el control del mundo”.
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