El martes, el Centro de Información Judicial (CIJ) del país suramericano sobreseyó por falta de pruebas, después de cinco años de proceso, la causa abierta contra el presidente Macri por espionaje ilícito.
Estoy indignado porque el accionar de Casanello es vergonzoso, borró con el codo lo que escribió con la mano porque entendía que no había pruebas para acusar a Macri”, dice Sergio Burstein.
Según el juez del caso, Sebastián Casanello, no hay pruebas que confirmen la involucración de Macri en el espionaje llevado a cabo contra Néstor Leonardo, excuñado del mandatario, y Sergio Burstein, familiar de una víctima del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cometido en 1994 en la capital argentina, Buenos Aires.
La decisión ha hecho cundir este miércoles la indignación entre los acusadores. Burstein, uno de los principales denunciantes, ha rechazado el nuevo fallo y se ha mostrado en contra de las declaraciones que cuestionan la existencia de prueba alguna contra el presidente.
Tras afirmar que hay pruebas más que suficientes para que se llegue a un juicio oral, el querellante se ha referido a los indicios que hace cinco años sí bastaban para el enjuiciamiento. “¿Ahora, dónde están?”, ha preguntado.

Burstein ha insistido en que la denuncia de la existencia de una estructura de espionaje paraestatal en los tiempos en que Macri era jefe de Gobierno “no es una causa armada” y en que “esta resolución es un armado político para beneficiar al actual presidente”.
El también líder de la agrupación 18J —conformada por sobrevivientes y familiares de las víctimas del referido atentado—, ha cargado además contra el magistrado Casanello, afirmando que con esta sentencia, en realidad, se ha mostrado su alineamiento con el actual Gobierno.
“Estoy indignado porque el accionar de Casanello es vergonzoso, borró con el codo lo que escribió con la mano porque entendía que no había pruebas para acusar a Macri”, ha explicado.
A pesar de que el fallo puede ser objeto de apelación por la fiscalía o los denunciantes, Burstein ha dicho que todavía no tiene decidido si recurrir, puesto que, a su juicio, el actual sistema jurídico de su país no permite albergar expectativas a los querellantes.
“No voy a abandonar la lucha, pero esta justicia no me da ganas de seguir, no me da ninguna esperanza. Nos dejaron con las manos vacías. Ya llegará el momento en que demos con la verdad y se defiendan a víctimas, no a victimarios”, ha remarcado.
Macri, líder de la coalición Cambiemos, pidió al principio del mes en curso su desvinculación del caso de escuchas telefónicas ilegales, después de alzarse la Presidencia de Argentina.
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