• El ministro saudí de Defensa, el príncipe Mohamad bin Salman bin Abdulaziz, inspecciona las unidades del Ejército saudí en una región del sur.
Publicada: martes, 3 de enero de 2017 15:01
Actualizada: martes, 3 de enero de 2017 16:34

El año 2016 ha sido para Arabia Saudí un ‘annus horribilis’; sus políticas han fracasado en todos los conflictos en los que se ve involucrado en Oriente Medio.

Arabia Saudí, implicada en casi todos los conflictos militares y políticos de la región, ha perdido en diferentes frentes: Siria, El Líbano, Yemen, Irak y Egipto; y ha conseguido distanciarse de estos países con sus acciones, considera un artículo publicado este martes por el diario español Público, que procede a analizar las políticas tomadas respecto a los conflictos en los Estados de la región y a comparar el resultado obtenido.

La agresión contra Yemen ha sido un conflicto que Riad eligió para “frenar la influencia regional de Irán” y, sin embargo, durante el pasado año que acaba de finalizar, se ha visto que la intervención no ha hecho más que mermar el capital político y militar de los saudíes, y dejar un gran número de víctimas.

Por otra parte, mientras que en Siria los grupos armados opositores sirios, que cuentan con el apoyo de Riad, hace doce meses estaban presentes en la ciudad de Alepo (noroeste) y batallaban ferozmente contra las fuerzas del Gobierno sirio, ahora, se ha consolidado la derrota de esos aliados saudíes a manos del Ejército sirio, que cuenta con el apoyo de Rusia e Irán. 

 

Asimismo, las relaciones con Irak se han tensado en gran medida. Mientras que hace un año llegaba el primer embajador saudí en 25 años, ahora Arabia Saudí vuelve a estar sin embajador en Bagdad (capital iraquí) y será bastante difícil que vuelva a contar con un embajador estable mientras no cambien las cosas.

Aunque parece ser que es con Egipto con el que Riad se lleva el peor chasco, ya que el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi, prácticamente ha roto las relaciones con Riad después de que las autoridades saudíes suprimieran la ayuda de petróleo a Egipto. Al-Sisi ha realizado declaraciones en apoyo al Ejército sirio e iraquí en su lucha contra el terrorismo.

Y frente a todos estos fracasos, el régimen de Israel ha sido el único con el que Riad ha mejorado las relaciones en los últimos tiempos. Estos movimientos por parte de Riad son arriesgados y podrían volverse en contra de los saudíes en el futuro, advierte.

El artículo considera que mientras el precio del crudo siga en un nivel bajo, en estos momentos en los que Arabia Saudí más necesita dinero, “Riad simplemente no podrá apoyar decisivamente a sus numerosos aliados en la región, es decir, no podrá mantener el pulso permanente con Teherán”.

La situación económica del país ha llegado a tal extremo que a finales de noviembre de 2016 Riad aceptó reducir drásticamente la producción de petróleo en beneficio de Irán en el marco de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Frente a los nefastos doce últimos meses, que han estado marcados por reveses militares y políticos, los saudíes esperan que los desastres de sus propias aventuras militares se resuelvan gracias a un nuevo plan económico; aunque, mientras continúe enredada en casi todos los conflictos militares en la región, pronto tendrá que volver a determinar sus prioridades internas y externas, concluye el diario.

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