Por 71 votos a favor y 27 en contra, el Senado estadounidense ha decidido permitir al Gobierno de Barack Obama la venta de tanques y otros equipos militares sofisticados a Arabia Saudí por la que el reino árabe desembosaría 1150 millones de dólares, informa Reuters.
De esta forma, Washington ha sellado con fuerza su alianza militar preferencial con Arabia Saudí, país que desde el marzo del año pasado se ha embarcado en una campaña bélica contra su vecino, Yemen, al que ha impuesto un estricto bloqueo naval.
Miles de civiles son asesinados y grupos terroristas presentes en el país (Yemen), como Al-Qaeda, son cada vez más fuertes. EE.UU. debe suspender nuevas ventas de armas hasta que cambie la conducta saudí, dijo el senador demócrata Chris Murphy.
El proyecto para frenar esa controversial transacción fue iniciado por algunos senadores, debido al papel de Riad en el mortal conflicto yemení y la preocupación de que esta venta sea el comienzo de una carrera armamentista regional, según la fuente.
“Miles de civiles son asesinados y grupos terroristas presentes en el país (Yemen), como Al-Qaeda, son cada vez más fuertes. EE.UU. debe suspender nuevas ventas de armas hasta que cambie la conducta saudí”, dijo en su momento el senador demócrata Chris Murphy.
El Pentágono anunció el pasado 9 de agosto que el Departamento de Estado estadounidense había aprobado la posible venta a la monarquía saudí de más de 130 tanques Abrams, 20 vehículos blindados y otro equipamiento militar por una suma mayor a los mil millones de dólares.
El firme apoyo armamentístico de Washington a Arabia Saudí ha llevado al movimiento popular yemení Ansarolá a definir a EE.UU. como “maquinador” de la caótica situación que se vive en Yemen, dado que, “Riad perpetra sus masacres y crímenes en el territorio yemení con cazas de EE.UU. y del régimen de Israel”.
Según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cifra de muertos en los 18 meses de agresión saudí contra Yemen ha superado ya las 10.000 personas.
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