El incidente tuvo lugar cerca de la Mezquita Al-Haram, la mezquita más importante y más grande del mundo, y varios de los peregrinos sufrieron de asfixia y tuvieron que ser tratados por equipos médicos enviados al lugar de los hechos.
Seguido a este suceso varios hospitales en La Meca fueron puestos en situación de emergencia y se prepararon para atender a los heridos en caso de que aumentara la cifra de los afectados por el incidente registrado el viernes por la noche.
El accidente tuvo lugar a pesar de la reciente medida del Gobierno saudí de instalar miles de cámaras adicionales en la ciudad sagrada de La Meca para tratar de impedir la repetición de la tragedia en Mina, una estampida que dejó, según diferentes fuentes, entre 770 y 4700 muertos.
Es importante tener en cuenta que este accidente ha tenido lugar en momentos que ni siquiera están en marcha los peregrinajes de Hach, que se espera que este año atrajera a unos dos millones de musulmanes.
Para “proteger” a los peregrinos durante el Hach de este año, que comenzará en las próximas semanas, las autoridades saudíes han anunciado que cada peregrino tendrá que llevar consigo un brazalete que contendrá su información personal y médica.
Estos brazaletes también estarán equipados con sistemas de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) que muestra la ubicación de cada persona en tiempo real, algo que se sospecha que se podría usar para rastrear y espiar a los peregrinos.
Además, el mal manejo se ha extendido a los aeropuertos de Riad, la capital saudí, y la ciudad de Yeda, donde cerca de mil maletas de los pasajeros están en la terminal (lo que constituye 3 veces la cifra que dicha terminal puede soportar) a causa de la sobreventa de billetes y desorden en el aeropuerto.
Durante el año pasado dos trágicos accidentes tuvieron lugar durante el Hach en Arabia Saudí, el primero, la mencionada tragedia de Mina, y el segundo la caída de una grúa en la Mezquita Al-Haram, que dejó más de cien muertos y centenares de heridos.
hgn/ktg/hnb
