Murtaja al-Gariras podría "ser ejecutado de un momento a otro”, indicó el sábado Malik al-Said, un activista de la Organización Europea-Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR, por sus siglas en inglés) a la agencia rusa de noticias RT.
Al-Said explicó que las fuerzas saudíes de seguridad detuvieron a Al-Gariras el 20 de septiembre de 2014, cuando tenía 13 años “por la participación en las protestas (antigubernamentales) y en funeral de los que murieron” durante la represión policial, y aún sigue en la cárcel sin cargos ni juicio.
Murtaja al-Gariras podría ser ejecutado de un momento a otro”, indicó Malik al-Said, un activista de la Organización Europea-Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR, por sus siglas en inglés).
Al considerar preso política a Al-Gariras, el activista advirtió de que las autoridades saudíes probablemente, pretenden mantenerlo en la cárcel hasta que cumpla los 18 años para luego ejecutarlo.
Al calificar como “normal” en Arabia Saudí mantener a presos durante años ante de procesarlos, el activista reseñó que las autoridades de Riad además han atemorizado a la familia de Al-Gariras para que no hable con los medios de comunicación sobre su caso.
Pese a todo ello, adelantó Al-Said, lo que preocupa más a ESOHR es que el adolescente está en la cárcel Dammam, bien conocida por las torturas. Adujo que Al-Gariras, según se reporta, fue torturado en reiteradas ocasiones y fue dejado en las celdas aisladas.
Al respecto, el activista recordó que recientemente Arabia Saudí ha condenado a muerte a 14 presos, algunos por su participación en las manifestaciones contra la monarquía árabe. Las ejecuciones siguen pese al rechazo internacional.
Asimismo, recordó que el hermano del joven detenido de nombre Ali, también falleció a manos de las fuerzas policiales del país durante los levantamientos registrados en 2011.
Desde febrero de 2011, las ciudades saudíes, especialmente las orientales, han sido escenario de protestas masivas contra las políticas del régimen monárquico que se aprovecha de la riqueza del país a favor de su propio beneficio. Las marchas casi siempre han terminado debido a la represión policial.
Los manifestantes, entre todas las demandas, piden el fin de la injerencia del régimen Al Saud en los asuntos internos de los países de la región, la liberación de los presos políticos, libertad de expresión y aplicación de reformas políticas.
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