• El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier,
Publicada: domingo, 15 de mayo de 2016 18:04

El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ha reconocido este domingo que varios países de la Unión Europa (UE) están en contra de la prolongación de las sanciones antirrusas.

"La oposición dentro de la UE contra la extensión de las sanciones ha crecido y en comparación con el año anterior será más difícil llegar al consenso en este asunto", ha declarado Steinmeier en una entrevista concedida al diario alemán Der Tagesspiegel.

El jefe de la Diplomacia alemana ha destacado también que los principales países industrializados del mundo deben estar interesados en la reincorporación de Rusia al club del G8, al tiempo que afirma el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk (capital de Bielorrusia) en Ucrania.

La oposición dentro de la UE contra la extensión de las sanciones ha crecido y en comparación con el año anterior será más difícil llegar al consenso en este asunto", según ha declarado Steinmeier.

El G8 compuesto por los ocho países más industrializados del mundo (Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Italia, Japón, el Reino Unido, y Rusia), suspendió la membrecía de Rusia en el club en 2014 tras la adhesión de la península de Crimea (en Ucrania) a Rusia.

Steinmeier ha hecho hincapié en que Moscú también ha desempeñado un papel importante para resolver varios conflictos regionales e internacionales, entre ellos, el programa nuclear iraní.

"Tenemos una experiencia distinta con Rusia: por una parte, la anexión ilegal de Crimea y la desestabilización del este de Ucrania, pero por otra parte Rusia contribuyó a la conclusión exitosa de las negociaciones sobre la solución del conflicto nuclear iraní", señaló.

"Rusia es necesaria para superar focos internacionales de crisis", ha agregado el titular alemán para luego referirse el rol que Rusia podría tener para acabar la crisis en países como Siria y Libia.

Acusando a Rusia de estar involucrada en la crisis ucraniana, la UE y EE.UU. han impuesto varias sanciones a políticos rusos de alto rango y organizaciones y sectores del país euroasiático. Moscú rechaza las acusaciones y, en respuesta, ha aplicado embargos a las importaciones de los países sancionadores.

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