Se trata del distrito de Sangin, ha informado el portavoz de la gobernación de Helmand, Omar Zwak, a la agencia francesa de noticias AFP, quien además ha anunciado la retirada de las fuerzas afganas del distrito.
"Nuestras fuerzas se han retirado de los edificios oficiales, incluidas la sede de la policía y las oficinas gubernamentales", ha indicado Zwak, dejando en claro que se preparaban para recuperar el terreno perdido.
Nuestras fuerzas se han retirado de los edificios oficiales, incluidas la sede de la policía y las oficinas gubernamentales", indica el portavoz de la gobernación de Helmand, Omar Zwak.
La noticia de la toma de Sangin, anteriormente fue dada a conocer por el portavoz de los talibanes Zabihulá Muyahid. Esta captura podría considerarse un peligro, ya que teniendo Sangin bajo el control, los insurgentes del Talibán tendrán más suerte para tomar la capital provincial, Lashkar-Gah, asediada desde hace meses.
Paralelamente en Kunduz (norte afgano), ha indicado a AFP el jefe de la policía local, Aziz Kamawal, un policía vinculado a los talibanes mató a nueve de sus colegas mientras dormían.
Este tipo de ataques “desde el interior” siguen siendo uno de los principales problemas de las fuerzas afganas. Días antes, otros ocho policías afganos murieron envenenados en la provincia sureña de Zabul a manos de talibanes que vestían uniformes de la Policía.
En 2001, Washington y sus aliados invadieron Afganistán dentro de su llamada “guerra contra el terrorismo”. La ofensiva apartó del poder a los talibanes, pero la inseguridad, pese a la presencia de miles de soldados extranjeros —de los cuales 8400 efectivos son estadounidenses—, sigue dominando gran parte del territorio afgano.
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