Teniendo en cuenta la influencia negativa de las sanciones económicas unilaterales impuestas contra el pueblo sirio, Damasco pide a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emplear los esfuerzos necesarios para levantar las sanciones que contradicen los principios de la Carta Magna de ese ente y el derecho internacional, consideró Al-Miqdad.
En su encuentro mantenido el sábado en Damasco, capital siria, con el subsecretario general de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Stephen O’Brien, Al-Miqdad urgió también a “no politizar la situación humanitaria de Siria”.
A este respecto, propuso un mejoramiento en el nivel de cooperaciones y coordinaciones entre el Gobierno sirio y la ONU con el fin de satisfacer las necesidades de la población afectada por la crisis y garantizar el suministro de ayudas humanitarias a los afectados.

Luego de recordar que la crisis siria es consecuencia del terrorismo, Al-Miqdad subrayó que el papel desempeñado por el Ejército sirio siempre ha consistido en proteger al pueblo y a la patria contra los peligrosos que supone este flagelo.
Por su parte, O’Brien destacó la necesidad de ahondar las colaboraciones entre la ONU y el Gobierno de Damasco y, de esa manera, hacer frente a los desafíos humanitarios que sufre Siria por la crisis de más de cinco años.
Luego de precisar que el objetivo de su visita al país árabe es seguir de cerca los esfuerzos de la ONU para ofrecer ayudas humanitarias al pueblo sirio, evaluar la situación y estudiar las necesidades de los ciudadanos, el funcionario de la ONU afirmó que este proceso debe desarrollarse lejos de la politización.
“La mezcla de asuntos políticos y humanos no solo no beneficia a nadie, sino que coadyuva a la intensificación de la situación”, recalcó O’Brien.
Desde marzo de 2011, Siria es escenario de sangrientos conflictos armados provocados por terroristas respaldados desde el extranjero.
El diario estadounidense Los Ángeles Times aseguró que desde 2012, Jordania ha ofrecido varios centros a la Agencia de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) para que entrene en secreto a los grupos armados con el fin de derrocar al Gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad.
Desde que inició la crisis de Siria, Damasco siempre ha estado advirtiendo de las secuelas que tendrá para todos los países de la región el fortalecimiento de los grupos terroristas.
Es de mencionar que, según el informe del pasado 9 de junio del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) con sede en Londres, debido a la crisis siria, más de 230.000 personas han perdido la vida.
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