Según informes locales en Siria, los francotiradores habían recibido entrenamientos militares de alto nivel y se consideraban las fuerzas especiales del EIIL.
Como relatan las fuentes, la madrugada del lunes 34 francotiradores chechenos cruzaron de manera clandestina y secreta el paso fronterizo de Nasib en la frontera jordano-siria.
Después de su ingreso al territorio sirio, facilitado con la ayuda de una sala de operación jordana, esos elementos se establecieron en una residencia en la localidad de Sidón, situada en la provincia suroccidental de Daraa, agregan las fuentes.
La operación del Ejército sirio contra los 34 francotiradores chechenos tuvo lugar cuando éstos se habían reunido con un cabecilla del EIIL en Daraa: el Ejército hizo estallar el edificio en el que se encontraban los terroristas causando la muerte de todos los presentes.
De acuerdo con fuentes militares sirias, este ataque fue planeado y materializado gracias a la penetración de elementos de seguridad y de Inteligencia del Ejército sirio en esa banda terrorista y el descubrimiento de sus planes.
En los últimos días, el Ejército sirio ha repelado varios ataques terroristas contra la provincia Daraa, que formaban parte de la operación “Tormenta del sur”, acabando con un gran número de militantes.
Tormenta del sur es una operación terrorista que los takfiríes de varios grupos lanzan contra Daraa, con el fin de conseguir su control.
La tarde del pasado sábado, el Ejército sirio atacó una reunión de cabecillas de grupos terroristas del Frente Al-Nusra, el llamado Ejército Libre Sirio (ELS), entre otras bandas armadas, en esa provincia y acabó con 18 líderes terroristas y otros 60 elementos de seguridad de ese encuentro.
Seguidamente del ataque, el Frente Al-Nusra declaró su separación de esa coalición terrorista para llevar a cabo la Tormenta del sur, acusando al ELS de traición.
Desde 2011, cuando se inició la crisis siria, el Ejército y las fuerzas populares de ese país árabe luchan contra varios grupos armados como EIIL y el Frente Al-Nusra, entre otros grupos terroristas, que cuentan con el apoyo de ciertos países regionales y occidentales entre ellos Arabia Saudí, Turquía, Catar y EE.UU. cuyo fin es acabar con el Gobierno legítimo del presidente sirio, Bashar al-Asad.
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