“Quienes carecen de legitimidad popular o constitucional como el régimen saudí no tienen derecho a hablar acerca de la legitimidad de otros”, comentó el ministro de Información de Siria.
“Quienes carecen de legitimidad popular o constitucional como el régimen saudí no tienen derecho a hablar acerca de la legitimidad de otros”, comentó el domingo el ministro de Información de Siria, Omran al-Zoubi, en declaraciones citadas por la agencia siria de noticias SANA.
Durante una rueda de prensa con su homólogo egipcio, Sameh Shukri, el canciller saudí dijo que el mundo entero intenta derrocar a Al-Asad para “restaurar la paz y estabilidad en Siria”.

Arabia Saudí, en lugar de mostrarse preocupada por la sangre derramada en los países de la región —se lamenta Al-Zoubi—, intenta encubrir sus atrocidades y crímenes de lesa humanidad en Siria, Irak, Yemen y Libia.
“Quienes libran una guerra contra un país árabe, matan mujeres y niños y destruyen la infraestructura de ese país no tienen legitimidad política ni religiosa, ni siquiera moral”, aseveró.
El titular sirio avisó, asimismo, de que Al-Yubeir, exembajador de Arabia Saudí en EE.UU., donde, en realidad, “mediaba en las relaciones del régimen saudí con las organizaciones israelíes”, malamente pude representar la opinión de los ciudadanos saudíes.
Al-Yubeir, conocido por sus posturas hostiles a Yemen en la reciente agresión saudí a su vecino sureño, fue elegido nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí por un decreto real sin precedentes.
Desde el inicio de la crisis en Siria, hace más de cuatro años, el régimen de Al Saud ha brindado apoyos omnímodo a los grupos terroristas que luchan contra el Gobierno de Damasco y protagonizado un papel clave en el avance de dichas bandas en territorio sirio.
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