Según un informe publicado el pasado 30 de abril por la revista estadounidense Newsweek, dos de estos grupos son la División 13 y Fursan al-Haq, que han ido ganado terreno en Siria, junto al autodenominado Ejército de Fatah, alianza que incluye también al Frente Al-Nusra (rama de Al-Qaeda en Siria) y a Ahrar al-Sham.
Asimismo, el informe destaca que Abu Jaled al-Soury, uno de los fundadores de Ahrar al-Sham, luchaba junto al exlíder de Al-Qaeda, Osama Bin Laden, y mantenía estrechas relaciones con el actual líder de esta banda terrorista, Ayman al-Zawahiri.
No obstante, según han apuntado miembros de esos grupos, la División 13 y Fursan al-Haq no comparten una estructura de mando conjunta con los otros grupos y reciben el apoyo encubierto de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés).
En tanto, el informe destaca la posibilidad del surgimiento de divergencias internas entre esos grupos en el caso de que se apoderen de más regiones en Siria, y reconoce los fracasos de algunas de las bandas terroristas respaldadas por Estados Unidos a la hora de luchar contra el presidente sirio, Bashar al-Asad.
Al respecto, cita las declaraciones de Mazin Qusum, comandante de la brigada de Siham al-Haqq, quien desde la ciudad turca de Reyhanli hace alusión al caso de Hazzam y detalla que ésta fue una brigada insurgente a la que Estados Unidos facilitó armas antitanques, pero pese a ello cayó ante el Frente Al-Nusra.
También, se refiere a las afirmaciones de Abu Hamoud, un comandante de la División 13, quien apunta que la coordinación que existe entre su brigada y el Frente Al-Nusra no se puede traducir en una alianza.
Desde el inicio de los disturbios en Siria, marzo de 2011, se han librado varios choques mortales entre los insurgentes, sobre todo entre las células vinculadas a Al-Qaeda y el autodenominado Ejército Libre Sirio (ELS); en los enfrentamientos cientos de terroristas han perecido.
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