"Grupos armados, aglutinados por el Frente al Nusra, tomaron control del punto de control de Nasib, en la frontera con Jordania, que estaba todavía bajo control de los soldados del Gobierno de Damasco”.
"Grupos armados, aglutinados por el Frente al Nusra, tomaron control del punto de control de Nasib, en la frontera con Jordania, que estaba todavía bajo control de los soldados del Gobierno de Damasco”, anunció el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.
Nasib era el último puesto fronterizo controlado por los soldados sirios, tras la toma del puesto de al Jamarek, en octubre de 2013, por los grupos armados terroristas.
Los takfiríes iniciaron sus ofensivas el martes, y el OSDH aseguró que, si el grupo tomaba control de dicho puesto, el Gobierno sirio perdería toda presencia en la frontera con Jordania.
De hecho, antes de que los insurgentes se hicieran con el dominio de esa parte de la frontera con Jordanía, en el sector sirio, las autoridades jordanas cerraron el paso "como medida de precaución".
El ministro de Interior de Jordania, Husein Mayali, explicó que "el cierre de la frontera se produce como medida de precaución para proteger las vidas de los transeúntes, debido a los actos de violencia que tienen lugar al otro lado de la frontera, en el pueblo de Nasib".
Este avance de los grupos armados se ha producido después de que el pasado sábado los integrantes del grupo takfirí Frente Al-Nusra tomaron la ciudad de Idlib, tras cuatro días de intensos combates contra los miembros del Ejército sirio.
Desde el 2011, Siria está inmersa en el caos como consecuencia de los ataques y acciones violentas de grupos armados y terroristas respaldados por algunos países occidentales y regionales, como Arabia Saudí, Turquía y Catar, además del régimen israelí.
El conflicto sirio ha dejado hasta el momento más de 215 mil muertos y obligado a desplazarse a millones de ciudadanos.
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