La Fuerza Aérea de Chile destruyó el palacio presidencial de Chile en 1973, después, el alto mando aéreo comenzó a torturar a sus propios oficiales, en la Academia de Guerra, incluido el padre de la actual presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
Los agraviados buscaron en la justicia internacional la reparación que se les negó en Chile.
La responsabilidad de que se cumpla el fallo está aquí, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde no quieren hablar del tema.
Alejandro Kirk, Santiago
akm/msf