“Los grupos extremistas y terroristas tienen su origen en los recientes esfuerzos de algunos países occidentales y países reaccionarios de la región (Oriente Medio) que —mediante sus apoyos— allanan el camino del desarrollo de estos grupos en la región y el mundo”, ha dicho este lunes Rahmani Fazli en un encuentro con el embajador de Siria en Irán, Andan Mahmud.
Los grupos extremistas y terroristas tienen su origen en los recientes esfuerzos de algunos países occidentales y países reaccionarios de la región (Oriente Medio) que —mediante sus apoyos— allanan el camino del desarrollo de estos grupos en la región y el mundo", ha precisado el ministro iraní del Interior, Abdolreza Rahmani Fazli.
Rahmani Fazli ha destacado que la solución de la crisis de Siria es un asunto exclusivo del Gobierno y pueblo de este país, si bien, ha considerado necesario que todos los Estados apoyen en la resolución de este caso dejando de lado sus propios objetivos.
De acuerdo con el ministro del Interior, a raíz de los recientes logros del frente de resistencia de Siria, los países que brindan apoyo a los grupos terroristas han encaminado sus políticas intervencionistas a través de la diplomacia y el diálogo.
Tras informar al ministro iraní sobre los últimos avatares en su país, el embajador sirio elogió el apoyo de Irán al Gobierno y la nación de Siria y lo resaltó como uno de los principales factores que contribuyen a la resistencia del pueblo ante la amenaza terrorista.
Mahmud también ha entregado la carta de invitación del ministro del Interior sirio a Rahmani Fazli para visitar Damasco (capital siria).
Durante los últimos meses, el Ejército sirio ha llevando a cabo masivas operaciones para liberar las zonas bajo el control de los grupos terroristas y, en esta misión, cuenta con el apoyo de asesores militares iraníes y los bombardeos de la aviación rusa contra las posiciones de los terroristas.
Cuatro años y medio de conflictos protagonizados por los grupos terroristas, entre ellos EIIL (Daesh, en árabe), en el país árabe han dejado más de 250.000 muertos, según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres (capital británica).
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