La madrugada de este jueves, unos 20 efectivos israelíes disfrazados de típicos palestinos con barbas artificiales, han irrumpido en la unidad de cirugía del hospital de Al-Ahli para detener a Azam Ezat al-Shalalde de 20 años, ingresado tras sufrir el mes pasado, un disparo con arma de fuego por un colono Israelí.
Los soldados disparan varias veces contra Abdolá Azam al-Shalalde, de 28 años, que había acudido al hospital para visitar a su primo Azam Ezat al-Shalalde.
Luego los efectivos llevan consigo al palestino herido y dejan el lugar con plena inmunidad.
El ejército israelí se ha negado a comentar sobre los hechos, mientras que los medios israelíes han informado de que las fuerzas llegaron en dos vehículos en el hospital mientras que un agente vestido de una mujer palestina simulaba un embarazo.
En la misma jornada de jueves, miles de palestinos han acudido al funeral de Abdolá en Al-Jalil.
Los enlutados han coreado consignas para condenar el hecho y han asegurado tomar “venganza”. De igual manera, han pedido una protección internacional ante los crímenes de los israelíes.

El Ministerio palestino de Salud, en un comunicado emitido el miércoles, confirmó la muerte de 82 palestinos desde principios del mes de octubre, marcado por el inicio de la IIIª Intifada.
Durante el mismo periodo más de 3500 palestinos además han resultado heridos en los ataques protagonizados por los israelíes.
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