En un intento por silenciar las marchas semanales en la aldea de Bilin, a unos 12 kilómetros al oeste de Ramalá (centro), contra el muro de separación construido ilegalmente en la ocupada Cisjordania, la policía del régimen de Tel Aviv ha empleado un dron que perseguía a los participantes en las protestas y tomaba fotos de ellos.
Además, durante el evento varios manifestantes resultaron heridos después de que las fuerzas israelíes dispararan balas de acero recubiertas de caucho y lanzaran gases lacrimógenos contra la multitud.
Una protesta similar fue organizada en rechazo a la ocupación israelí y la edificación de los asentamientos ilegales, en la ciudad de Nilin, al oeste de Ramalá, donde los soldados del régimen israelí han lanzado gas lacrimógeno para dispersar a los congregados. Un activista pro paz extranjero sufrió heridas durante la marcha.
En la protesta de los habitantes de la aldea Nabi Saleh, al noroeste de la ciudad de Ramalá (centro), los soldados del régimen israelí han cerrado la entrada del pueblo, han abierto fuego y lanzado gas pimienta contra los manifestantes palestinos, algunos presentaron síntomas de asfixia.
El régimen de Tel Aviv indiferente a las criticas siempre reprime las marchas pacíficas de los palestinos que rechazan los asentamientos ilegales israelíes en Cisjordania.
El pasado febrero, el grupo israelí Peace Now (Paz Ahora) informó que las construcciones de viviendas ilegales que lleva a cabo el régimen de Israel en la ocupada Cisjordania registraron el año pasado un aumento sin precedentes del 40 %.
Más de medio millón de israelíes viven en unos 120 asentamientos ilegales construidos desde la ocupación de los territorios palestinos en 1967 en Cisjordania, incluido Al-Quds.
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