Los musulmanes se suelen enfrentar con frecuencia a los colonos extremistas israelíes que profanan el sitio sagrado.
En las últimas décadas, el régimen israelí se ha esforzado por cambiar la composición demográfica de Al-Quds con la construcción de asentamientos ilegales, destruyendo lugares históricos y expulsando a la población palestina.
La Mezquita Al-Aqsa es un lugar de suma importancia para los musulmanes. El régimen israelí, que se considera a sí mismo el principal propietario de los territorios palestinos, desde el inicio de su ocupación, sueña con destruir dicha mezquita, a fin de transformarla en un templo judío.
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