Un número creciente de manifestantes, entre ellos muchos estudiantes universitarios y jóvenes familias, han repudiado este domingo el controvertido proyecto de ley de seguridad que autoriza a los militares realizar misiones en el extranjero, mientras el partido gubernamental del primer ministro, Shinzo Abe, se prepara para aprobarlo definitivamente antes del fin de la legislatura, a finales de septiembre.
Con pancartas donde se podía leer: "No a la guerra", "Paz y no guerra" o "Detengan las leyes de seguridad", los manifestantes se han congregado frente al Diet (Parlamento japonés) en la ciudad capitalina de Tokio.
Un cartel gigantesco portado por la multitud advertía de que "Abe debe dar marcha atrás". Sin embargo, las calles se llenaban de policías en un intento de dispersar a la multitud para minimizar la interrupción en el centro de la capital.
Los organizadores han afirmado que unas 120.000 personas han participado en el evento en Tokio, y que también había otras marchas similares en otras partes del país asiático. Entre los asistentes se encontraba el líder de la oposición Katsuya Okada, jefe del Partido Democrático de Japón.

Similares movilizaciones se celebraron el pasado domingo en Japón, donde decenas de miles de ciudadanos dijeron '¡No a la guerra!' y '¡No a los cambios en la ley!'. El jueves, también, un grupo de universitarios se puso en huelga de hambre.
La nueva legislación, que fue aprobada el mes pasado de julio en la Cámara baja del Parlamento nipón, reinterpreta la pacifista constitución japonesa vigente desde el final de la II Guerra Mundial, para permitir a Tokio, por primera vez en 70 años, el envío de tropas al exterior, de cara a apoyar a países aliados, principalmente Estados Unidos. La iniciativa aún debe obtener el aval de la Cámara alta del Parlamento japonés.
Los resultados de un sondeo publicado en julio por los medios locales, mostraron que la popularidad del Gabinete de Abe descendió hasta el 36,7 % después de provocar la ira del pueblo con la aprobación "forzosa" de las citadas leyes.
En julio de 2014, la Administración nipona aprobó una resolución que reinterpreta el artículo 9 de la Constitución para ejercer el derecho a la autodefensa colectiva, empero se enfrentó con la fuerte oposición de diferentes sectores del país.
La alianza militar entre Tokio y Washington, amén de levantar rechazos y protestas entre la nación japonesa, ha generado mucha preocupación entre los vecinos, en concreto, China y Corea del Sur, países que fueron víctimas de la ofensiva de Japón en la primera mitad del siglo 20.
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