Los populares logran la victoria con 123 escaños, lejos de la mayoría absoluta, en un Parlamento muy fragmentado. Le siguen el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con 90 diputados y el partido de Pablo Iglesias, Podemos, con 69. Ciudadanos queda en cuarto lugar con 40 asientos en el Congreso.
El procedimiento para designar al presidente del Gobierno de España establece básicamente que el candidato propuesto por el Rey será investido presidente si obtiene la confianza de la mayoría absoluta de los diputados en primera votación o la mayoría simple –más votos a favor que en contra– en segunda convocatoria, 48 horas después. En caso de no lograr esa mayoría, el Rey podrá proponer a otros candidatos. Si pasados dos meses de la primera votación no se consiguiera la investidura, las Cortes quedarían disueltas y se convocarían nuevas elecciones generales, según el periódico español El País.
Es "el partido más votado, el preferido por los españoles", han repetido los líderes del PP desde los primeros sondeos. Mariano Rajoy, candidato por el Partido Popular (PP) comentó al respecto que su facción abrirá las negociaciones para formar gobierno.
"Quien gana las elecciones debe intentar formar gobierno", repite Rajoy, pero es casi imposible que lo consiga por sus propios medios, ya que, incluso aliado a Ciudadanos, estaría lejos de asegurarse la investidura o de garantizar eventuales mayorías parlamentarias.

No obstante, Rajoy insiste en que tratará de llegar a acuerdos para poder formar gobierno: "Iniciamos una etapa que no a va a ser fácil, pero en las dificultades se ve a los políticos de verdad". "Será necesario hablar mucho, dialogar más y llegar a entendimientos y acuerdos, yo lo voy a intentar", porque España "necesita seguridad, estabilidad, certidumbre y confianza", prometió del domingo, tras conocerse los resultados de las elecciones.
El partido liderado por el también presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha perdido la tercera parte de sus escaños en 2015, y aunque ha mantenido el primer puesto en sus feudos principales, la pérdida de escaños le aleja de la posibilidad matemática de revalidarse en el poder, salvo que buscara una alianza con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE ), que el propio Rajoy negó el viernes, y de la que Sánchez, el líder del PSOE, no quiere saber nada.
Rajoy se encuentra con una incómoda situación, pues es posible que, ante una coalición de izquierdas, se convierta en el único presidente de una única legislatura, y no llegue a la Moncloa.
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