El mandatario estadounidense en un principio había previsto retirar a finales del próximo año casi todas sus tropas del país asiático, y tenía la intención de mantener un grupo pequeño de sus fuerzas militares en Afganistán, sin embargo, el Pentágono argumentó durante meses que los afganos necesitan la presencia militar de EE.UU. para poder derrotar a los talibanes, indican las fuentes.
En este sentido, el pasado 8 de octubre, el comandante estadounidense de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, el general John Campbell, abogó por mantener la presencia militar estadounidense en Afganistán, justificando que las fuerzas locales no son capaces de vencer al grupo Talibán.

Según los diarios del país norteamericano, Obama mantendrá durante "la mayor parte de 2016" la actual fuerza de 9800 soldados, pero reducirá el número de sus soldados a 5500 en enero de 2017, coincidiendo con el final de los ocho años de su presidencia en la Casa Blanca.
"La fuerza post-2016 estaría enfocada en entrenar y aconsejar al Ejército afgano, con un especial énfasis en sus fuerzas de élite de antiterrorismo”, ha apuntado el periódico The Washington Post.
Asimismo, ha señalado que EE.UU. “mantendrá una capacidad antiterrorista significativa de drones y fuerzas de Operaciones Especiales” para hacer frente al grupo terrorista Al-Qaeda y otros grupos militares que “pueden planear ataques contra los Estados Unidos”.
En 2001, Washington y sus aliados invadieron Afganistán bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo. La ofensiva apartó del poder a los talibanes, pero la inseguridad, a pesar de los miles de soldados extranjeros desplegados, sigue en todo el territorio.
Esto es mientras, el pasado 3 de octubre las fuerzas aéreas de Estados Unidos bombardearon el hospital Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad afgana de Kunduz (norte), con un saldo de 24 muertos, a fin de eliminar a miembros de Talibán presentes en la zona; alegación rechazada por los funcionarios de MSF.
La ciudad de Kunduz fue tomada por los talibanes durante una organizada ofensiva a finales de septiembre de 2015 como resultado del aumento de los ataques del grupo bajo el mando de su nuevo líder, el Mulá Ajtar Mohamad Mansur.
En tanto, los integrantes del grupo Talibán, en un comunicado, anunciaron el martes que se retiraron de Kunduz, después de unos quince días de enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales de Afganistán por el control de esta ciudad.
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