"El Consejo de Seguridad juega un papel clave al pedir cuentas a Corea del Norte imponiendo un nuevo paquete de sanciones duras y creíbles, garantizando la aplicación rigurosa de las resoluciones adoptadas", afirmó el martes el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby.
El Consejo de Seguridad juega un papel clave al pedir cuentas a Corea del Norte imponiendo un nuevo paquete de sanciones duras y creíbles, garantizando la aplicación rigurosa de las resoluciones adoptadas", afirmó el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby.
De igual modo, advirtió que Corea del Norte "violaría numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU)" si pone en práctica su plan de lanzar un cohete espacial entre el 8 y el 25 de febrero, un anuncio que ha provocado la ira de Seúl y Tokio.
Este último anuncio de Pyongyang, prosiguió Kirby, subraya la necesidad de que la comunidad internacional envíe un mensaje firme a Corea del Norte para dejar claro que no se tolerará que ignore sus obligaciones.
Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, subrayó que la comunidad internacional considerará el hecho como "otra provocación irresponsable y violación de los compromisos asumidos por Corea del Norte.
Horas antes, la Organización Marítima Internacional (OMI) informó haber comunicado a todos los miembros esta entidad que ha recibido de Corea del Norte una “notificación sobre el lanzamiento del satélite Kwangmyongsong para la teledetección de la Tierra".
Fuentes estadounidenses habían apuntado que Pyongyang estaba preparando el lanzamiento de un cohete de largo alcance, después de haber observado a través de satélites actividades sospechosas en los lugares de ensayos norcoreanos.
La semana pasada, el senador estadounidense Cory Gardner indicó que Corea del Norte con esta nueva prueba de un misil de largo alcance busca mostrar que cuenta con capacidad suficiente para alcanzar el suelo estadounidense, tal y como reconoció en octubre pasado el almirante Bill Gortney, jefe del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial.
A mediados de enero, los legisladores estadounidenses aprobaron por mayoría la imposición de sanciones económicas contra Corea del Norte por una prueba de bomba de hidrógeno realizada el pasado 6 de enero.
Mientras el Occidente, liderado por EE.UU., ha expresado su preocupación por las armas nucleares norcoreanas y por una eventual ofensiva de la nación asiática, el Gobierno del líder norcoreano, Kim Jong-un, afirma que sus actividades nucleares no son ofensivas, sino que tienen fines pacíficos y de autodefensa ante el belicismo estadounidense y las maniobras militares conjuntas de Washington-Seúl.
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