• Miles de chilenos se congregan frente al Palacio de La Moneda en Santiago (capital) para rechazar la corrupción y exigir nueva Constitución, 23 de marzo de 2015
Publicada: martes, 24 de marzo de 2015 2:21
Actualizada: martes, 24 de marzo de 2015 20:21

Miles de chilenos se congregaron el lunes frente a la sede presidencial en la capitalina Plaza de la Constitución para exigir una nueva carta magna y rechazar la corrupción.

La concentración tenía como objetivo reunir más de 5 mil firmas y votos en una urna simbólica y exigir al Gobierno de la presidenta Michelle Bachellet la realización de un plebiscito destinado a definir una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente (AC).

La concentración tenía como objetivo reunir más de 5 mil firmas y votos en una urna simbólica y exigir al Gobierno de la presidenta Michelle Bachellet la realización de un plebiscito destinado a definir una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente (AC).

La movilización bajo el lema “Basta de corrupción, basta de abusos” que contó con la presencia de sindicatos de trabajadores y estudiantes, políticos, artistas, fue organizada por la iniciativa Marca AC.

"Esta no es la única solución, pero es el primer paso, y es una respuesta a la crisis de confianza en Chile. Necesitamos una nueva Constitución, un nuevo pacto social y tenemos que hacerlo juntos", manifestó el líder progresista y excandidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami.   

La movilización, bajo el lema “Basta de corrupción, basta de abusos”, contó con la presencia de sindicatos de trabajadores y estudiantes, políticos, artistas.

A su vez, el coordinador del acto, Genaro Guarda opinó que es “fundamental” que la ciudadanía tome parte en la solución de los problemas políticos al asegurar que la única manera de mejorar la democracia es permitir más representación de los ciudadanos.

Se registraron, asimismo, manifestaciones paralelas en distintos puntos de Chile como en la Araucanía (centro) y en Aysén (sur).

La creación de una nueva Constitución, que sepulte definitivamente la de Augusto Pinochet, el dictador militar (1973-1990), es uno de los pilares del programa de Administración Bachellet, que en distintas ocasiones ha sugerido que el mecanismo debe desarrollarse a través de las instituciones vigentes, con el Parlamento como eje.

La Constitución actual de Chile que fue impuesta en 1980, sólo ha sufrido algunas modificaciones durante los Gobiernos tras la caída de Pinochet en 1990.

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