• La Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Brasil.
  • La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Publicada: viernes, 18 de diciembre de 2015 2:50

La Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Brasil ha rechazado los trámites impuestos por el presidente de la Cámara de Diputados de ese país, Eduardo Cunha, contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

Aun así, los ministros del máximo tribunal del país sudamericano han dado este jueves al Senado brasileño, por ocho votos contra tres, la última palabra sobre el caso. Además, el Tribunal ha anulado la comisión especial elegida la semana pasada por voto secreto y ha pedido reiniciar el proceso en una votación abierta.

Sería incoherente que el Senado funcionara como un mero matasellos de papeles para ejecutar lo que determine la Cámara de Diputados. Si actos mucho menores, como derribar un veto presidencial, dependen de la aprobación de ambas cámaras, algo mucho más grave, como la destitución de la presidenta, ¿no debería depender también (de ambas cámaras)?”, manifiesta el juez de la Corte Suprema de Brasil Roberto Barroso.

“Sería incoherente que el Senado funcionara como un mero matasellos de papeles para ejecutar lo que determine la Cámara de Diputados. Si actos mucho menores, como derribar un veto presidencial, dependen de la aprobación de ambas cámaras, algo mucho más grave, como la destitución de la presidenta, ¿no debería depender también (de ambas cámaras)?”, ha manifestado el juez de la Corte Suprema Roberto Barroso.

El trámite de impeachment (juicio político), lanzado a principios del mes en curso por Cunha, fue suspendido el 8 de diciembre por la Corte Suprema tras la polémica elección de una comisión legislativa para analizar en primera instancia si el proceso debía o no proseguir.

El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha.

 

Con la decisión de este jueves, el Parlamento de Brasil volverá a elegir esa comisión, que dará los primeros pasos para decidir sobre la destitución de la máxima responsable del país.

Luego, la Cámara de Diputados deberá proseguir con el trámite y, según han acordado este jueves los jueces de la Corte Suprema, el Senado deberá también votar si admite o no el juicio contra la jefa del Gobierno brasileño.

También este jueves, el ministro de Comunicación Social de Brasil, Edinho Silva, ha recalcado que el Gobierno de Rousseff reconoce las dificultades políticas, jurídicas y económicas que atraviesa.

No obstante, dirigiéndose a los periodistas en una reunión celebrada en la ciudad de Río de Janeiro (sureste), ha hecho hincapié en que en ningún caso tales problemas justifican un proceso de destitución de la máxima mandataria.

Por su parte, el presidente del Senado brasileño, Renan Calheiros, ha subrayado, tras reconocer la nueva decisión —que ha considerado importante para el destino político de Rousseff—, que no es posible destituir a un presidente con la decisión de una sola Cámara, omitiendo el criterio de la otra.

Miles de brasileños coparon el miércoles las calles de más de 70 ciudades de Brasil en defensa de Rousseff. Fueron las primeras manifestaciones a favor de la presidenta desde que el presidente de la Cámara de Diputados, que a su vez es un firme opositor a Rousseff, aceptara a principios de este mes un pedido de juicio político lanzado por la oposición bajo la acusación de maquillar las cuentas públicas.

Cunha, quien también está acusado por la Fiscalía de recibir sobornos millonarios en el marco del escándalo de corrupción de la compañía petrolera estatal brasileña Petrobras, quedó el martes bajo fuego cruzado, después de que la Policía allanara sus domicilios y oficinas, y la Comisión de Ética de la Cámara baja abriera una investigación en su contra que podría acabar con su mandato.

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