"Todavía hay dudas (sobre si se restablecerán pronto los embajadores), pero nunca rechazamos el diálogo", ha anunciado este jueves el mandatario boliviano tras criticar la falta de respuesta de Washington a la solicitud de la Cancillería boliviana para realizar una reunión entre Morales y su par estadounidense, Barack Obama.
"Todavía hay dudas (sobre si se restablecerán pronto los embajadores), pero nunca rechazamos el diálogo", ha declarado Evo Morales.
Sin embargo, ha insistido en que recibiremos a un embajador (estadounidense) que no venga a “conspirar contra nuestro pueblo”. Ya que a su criterio “deben ser relaciones diplomáticas, de respeto mutuo, no de imposición, ni capricho”.
Las declaraciones de Morales, quien ha manifestado su deseo de normalizar relaciones con Estados Unidos se han producido en un salón de una base aérea en la ciudad oriental de Santa Cruz, donde llegó para acompañar al papa Francisco que se encuentra de visita en el país andino.
A pesar de los buenos deseos, el primer presidente indígena de Bolivia no cree que el cambio llegue pronto. Empero no ha detallado cuáles eran los obstáculos que demoraban el proceso.
El pasado 15 de abril, el encargado de negocios estadounidense en Bolivia, Peter Brennan, tras reunirse con el canciller boliviano, David Choquehuanca, expresó el deseo de Washington de mejorar las relaciones diplomáticas con La Paz.
Poco antes, el pasado 10 de abril, Morales afirmó que Washington, a través de sus embajadas, planifica intentonas golpistas para desestabilizar a los Gobiernos progresistas de América Latina.
El país norteamericano aplica una política de mano dura contra Bolivia desde que el Gobierno izquierdista del presidente Evo Morales asumió al poder en 2006, con su subsiguiente desafío al imperialismo estadounidense en Latinoamérica.
Ambos países carecen de relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 2008, cuando La Paz expulsó al embajador estadounidense Philip Goldberg por supuestas injerencias en la política nacional. Washington respondió con la misma medida.
Además, Morales, por conspiraciones contra su Gobierno, expulsó en 2008 a la Administración para el Control de Drogas de EE. UU. (DEA, por sus siglas en inglés) y, en mayo de 2013, hizo lo mismo con la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).
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