La Policía nacional tailandesa encontró este jueves por la mañana 30 fosas comunes en un campo clandestino situado en la provincia sureña de Songkla", informan las autoridades locales.
“La Policía nacional tailandesa encontró este jueves por la mañana 30 fosas comunes en un campo clandestino situado en la provincia sureña de Songkla”, han informado las autoridades locales, citado por el diario tailandés Bangkok Post.
El reporte explica que las tumbas son similares a las encontradas anteriormente en el área de Padang Besar en Songkla, cerca a la frontera con Malasia.
Según los investigadores, los inmigrantes, en su mayoría de la minoría musulmana Rohingya, murieron a causa de enfermedades y las malas condiciones de vida en el campo.
Según relatan algunos sobrevivientes, los traficantes de personas golpeaban a los inmigrantes, quienes padecían condiciones insalubres y escasos alimentos y agua.
Tailandia es conocida por la trata de personas y los musulmanes provenientes de Rajine son víctimas principales de este negocio criminal.
El primer ministro tailandés, Prayut Chan-O-Cha, ha dado a las autoridades locales un plazo de 10 días para investigar las muertes de estos inmigrantes y llevar ante la justicia a los traficantes.
Hasta el momento, la Policía ha arrestado a cuatro hombres, tres tailandeses y uno birmano, por tráfico de personas. Además, se han emitido órdenes de arresto contra otras cuatro personas.
Unos 800.000 musulmanes rohingyas habitan en Myanmar, aunque las autoridades del país les niegan la ciudadanía porque los consideran inmigrantes bengalíes.
Desde el año 2012, la minoría musulmana es blanco de constantes ataques de budistas extremistas de Myanmar. La ONU los considera como la minoría “más oprimida” del mundo.
Myanmar, un país predominantemente budista, de 60 millones de habitantes, vive una violencia sectaria desde hace casi dos años, en la que más de 240 personas han perdido la vida y otras 140.000, principalmente musulmanas, se han visto desplazadas.
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