En una entrevista del canal estadounidense en lengua árabe, la madre de la niña izadí admitió que durante su cautiverio por Daesh, integrantes de esta banda extremista utilizaron a su hija, identificada como Aisha, para construir bombas.
Añadió que los extremistas del EIIL le habían amenazado con matar a Aisha, si la niña se rehusaba a trabajar en la elaboración de artefactos explosivos.
Los terroristas de Daesh obligaron a su hija y a otros civiles a vestir ropa negra en el taller de armas. Luego, les enseñaron cómo fabricar bombas explosivas, indicó.
La madre, a quien le costaba retener las lágrimas al hablar de sus sufrimientos, admitió que durante su detención fue violada en varias ocasiones por los terroristas del EIIL.
Además, subrayó que debido a la experiencia traumática, su hija sufre estrés y tiene miedo de establecer contacto con otras personas.
El EIIL tiene secuestradas a miles mujeres y niñas iraquíes, en su mayoría kurdas izadíes, y las usa en sus transacciones o como esclavas sexuales, también sirven de escudos humanos.
A finales de 2014, el Ministerio iraquí de Derechos Humanos reveló que Daesh ejecutó a 150 mujeres en la provincia Al-Anbar (oeste), entre ellas embarazadas, que rechazaron casarse con elementos de esta banda.
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