“En agosto de 2014, recibí entrenamiento en Adana (ciudad sureña de Turquía) bajo la supervisión de un comandante de Daesh”, ha dicho Abdurrahman Abdulhadi, de 20 años, detenido a principios de este mes por las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG, por sus siglas en kurdo) en la región de Al-Hol, en la provincia nororiental siria de Al-Hasaka.
En agosto de 2014, recibí entrenamiento en Adana bajo la supervisión de un comandante de Daesh", confiesa Abdurrahman Adulhadi, antiguo miembro de Daesh.
Como informa hoy jueves la agencia rusa de noticias Sputnik, Abdulhadi ha relatado que formó parte de un grupo de 60 personas que se levantaban cada mañana para hacer prácticas de tiro. Los cabecillas de Daesh les enseñaron cómo utilizar fusiles Kalashnikov, ametralladoras y otros tipos de armamento.

Según el antiguo integrante de EIIL, el entrenamiento se llevó a cabo en Turquía porque los dirigentes de Daesh consideraban el suelo turco más seguro que el de Siria, donde la Fuerza Aérea del país árabe Siria atacaba sus posiciones.
Abdulhadi explica que su responsabilidad principal era persuadir a más sirios para que participaran en los entrenamientos de Daesh en Turquía.
Otro antiguo miembro de Daesh, identificado como Mahmud Gazi Tatar y detenido también por las YPG, confesó el miércoles que la banda extremista vende a Turquía petróleo robado a Siria.

El apoyo turco a los terroristas ha sido reportado en repetidas veces por el diario turco Cumhuriyet, que hace meses reveló cómo la Inteligencia turca enviaba cargamentos de munición y explosivos a los terroristas y facilitaba el paso a Siria de radicales extranjeros.
Asimismo, el Departamento de Estado de Estados Unidos señaló en junio a Turquía como la principal ruta de tránsito de los takfiríes que viajan desde Europa para adherirse a grupos extremistas en Siria e Irak.
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