• Excavaciones arqueológicas en Al-Quds (Jerusalén)
Publicada: lunes, 23 de marzo de 2015 16:14

El gobierno británico ha denunciado este lunes la usurpación de los territorios ocupados palestinos por los colonos israelíes bajo la excusa de proteger sitios arqueológicos judíos.

Según informa el diario británico The Independent, ministros del gobierno de Londres han manifestado su preocupación sobre las actividades de la Autoridad de Antigüedades del régimen de Israel, encargada de preservar las antigüedades en los territorios ocupados.

El problema para Londres, no son las actividades del ente, sino los estrechos vínculos que mantiene con un grupo de colonos israelíes “radicales” que a juicio del Ejecutivo británico socavan todos los esfuerzos por la paz en la región.

Los colonos israelíes de la Asociación de Elad, acrónimo hebreo de “la Ciudad de David”, tienen muy mala fama a nivel internacional ya que son promotores de colonizaciones agresivas en los territorios ocupados, pues realizan desalojos forzosos de los residentes palestinos en las zonas urbanas.

En octubre de 2014, Elad se trasladó al barrio palestino de Silwan, situado en la ciudad vieja en Al-Quds (Jerusalén), creando una pequeña ciudadela fuertemente armada, dotada de cámaras de vigilancia y grupos de vigilantes militarizados, que acompañan a los miembros de este grupo cuando deben moverse por el entorno.

"Somos conscientes de la relación entre el grupo Elad y la Autoridad de Antigüedades de Israel. Nos preocupa este vínculo ya que impulsa al ente israelí a apoyar las actividades de los colonos radicales en las zonas aledañas a la ciudad vieja bajo pretexto de turismo y protección del patrimonio histórico judío", ha precisado secretaria de Estado de Relaciones Exteriores británica, Joyce Anelay (en la foto de abajo).

Este tipo de acciones, ha continuado, no sólo agravan las presiones en Al-Quds, sino que aumentan la tensión en todo la Explanada de las Mezquitas complicando aún más los futuros intentos de negociar una solución política en la ciudad.

Cabe mencionar que Elad ha pagado previamente a la Autoridad de Antigüedades para cavar profundas zanjas cerca de las comunidades de viviendas palestinas y mezquitas en Al-Quds.

De acuerdo con el diario israelí Haaretz, residentes palestinos de la zona han culpado a las excavaciones del colapso de un número de viviendas residenciales.

Esto ocurre mientras los musulmanes en todo el mundo denuncian las excavaciones realizadas por el régimen de Tel Aviv bajo la Mezquita Al-Aqsa. Desde la ocupación de Al-Quds, en 1967, el régimen de Israel ha emprendido diversas excavaciones en toda esa ciudad, escudado en el pretexto de encontrar restos arqueológicos judíos.

La semana pasada, los colonos de Elad irrumpieron en un complejo residencial palestino en Al-Quds y destruyeron y saquearon las pertenecías de todo aquel que vivía ahí.

En un comunicado emitido posteriormente, el grupo radical reivindico el asalto y aseguró que las pertenecías eran de su propiedad y que “había ejercido su derecho” en ese momento.

Todo esto tiene lugar mientras que más de medio millón de israelíes viven en asentamientos ilegales construidos desde la ocupación, en 1967, de los territorios palestinos en Cisjordania y Al-Quds, pese a que las Naciones Unidas y la mayoría de los países repudian la política expansionista del régimen israelí y la califican de ilegal.

Los asentamientos israelíes son ilegales según el derecho internacional y las Naciones Unidas han dicho en repetidas ocasiones el gobierno del país a abandonar el territorio palestino ocupado.

El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, se ha opuesto en reiteradas ocasiones al cese de la construcción de asentamientos en los territorios ocupados palestinos, una condición para extender las denominadas conversaciones de paz palestino-israelíes.

La construcción de nuevos asentamientos israelíes ha sido criticada tanto por Estados Unidos como por el bloque europeo, además, es una de las causas del fracaso de las llamadas conversaciones de paz entre israelíes y palestinos.

La UE adoptó el 19 de julio de 2013 una serie de pautas en las que prohibió a sus 28 miembros, a partir del 1 de enero de 2014, la financiación de proyectos en los asentamientos israelíes en Cisjordania, este de Al-Quds o los altos de Golán, zonas ocupadas por el régimen de Tel Aviv durante la guerra del año 1967.

Estas viviendas son consideradas "ilegales" por las Naciones Unidas y la mayoría de los países, ya que han sido edificadas en los territorios arrebatados por el régimen israelí en la Guerra de los Seis Días de 1967, lo que contradice las leyes internacionales.

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