• El presidente estadounidense, Barack Obama, habla con periodistas después de recorrer el buque de guerra Gregorio del Pilar, atracado en las costas de Manila, capital de Filipinas. 17 de noviembre 2015
Publicada: martes, 17 de noviembre de 2015 22:39
Actualizada: miércoles, 18 de noviembre de 2015 2:32

Washington, a raíz de la tensión con China en el mar de China Meridional, ha prometido una ayuda militar de 259 millones de dólares a sus aliados del sureste asiático.

"Estamos incrementando la capacidad de seguridad marítima de nuestros aliados y socios, para responder a las amenazas en sus costas", reza un comunicado emitido este martes por la Casa Blanca, en alusión a la disputa que mantiene China con varios de sus vecinos —Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunei y Taiwán— sobre la soberanía del mar de China Meridional.

"Estamos incrementando la capacidad de seguridad marítima de nuestros aliados y socios, para responder a las amenazas en sus costas", reza un comunicado emitido por la Casa Blanca.

A su vez, el presidente estadounidense, Barack Obama, actualmente en Manila, capital de Filipinas, para participar el miércoles y jueves en la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), ha reiterado que su país sigue comprometido con la seguridad marítima de sus aliados en la región del sudeste asiático.

"Mi visita a este lugar subraya nuestro compromiso común con la seguridad de las aguas de esta región y la libertad de navegación", ha precisado este martes Obama desde el buque insignia de la marina filipina, atracado en la bahía de Manila.

Washington ha anunciado que proporcionará una ayuda de 79 millones de dólares a Filipinas para que ese país pueda “mejorar sus medios de defensa marítima”, especifica la nota.

Obama, además, ha asegurado que donará un buque de guerra a la Armada filipina, que se suma a los otros dos adquiridos por Filipinas en 2011 y 2013.

El anuncio de Washington de conceder ayudas militares justo a los países con los que China mantiene un antiguo diferendo marítimo se produce en un momento de extrema tensión en las relaciones Washington-Pekín por el tema del mar del sur de China.

Las islas Nansha en el archipiélago Spratly, en el mar de China meridional.

 

Pekín, en octubre, tachó de "amenaza" a su soberanía la presencia del destructor norteamericano USS Lassen en las aguas territoriales de una de las islas artificiales que China construye en el archipiélago de las Spratly (en el mar de la China Meridional).

El gigante asiático —que reclama casi el 90 % del mar de China Meridional— insta a EE.UU. a evitar las provocaciones en dicha región y condena la presencia militar estadounidense.

Pekín acusa, además, a Washington, de tratar de controlar ese mar y de militarizar la zona, y asegura que no teme una eventual guerra con EE.UU.

Poco antes del anuncio de Obama, el viceministro chino, Liu Zhenmin, ha advertido desde Pekín que su país "tiene el derecho y la capacidad de recuperar las islas y arrecifes ilegalmente ocupados por los países vecinos", pero que preferiría no hacerlo y mostrar "la máxima moderación". 

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