• El ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi
Publicada: martes, 24 de febrero de 2015 0:21

El ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, ha instado este lunes a los poderes internacionales a respetar el derecho internacional y no intervenir en otras regiones, según fuentes locales.

“Ningún país del mundo tiene derecho de imponer su voluntad a los demás y derribar los Gobiernos legítimos”

“Ningún país del mundo tiene derecho de imponer su voluntad a los demás y derribar los Gobiernos legítimos”, ha enfatizado el canciller chino durante su discurso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).

Wang Yi también ha destacado la cooperación mutua basada en el respeto mutuo y ha llamado a todos los países a tirar al basurero de la historia las acciones al estilo de la Guerra Fría.

Todos los países son “iguales” ha sentenciado el ministro chino para luego insistir en que los Estados grandes y poderosos deben respetar y reconocer los derechos inalienables de los países débiles.

En otra parte de su alocución, ha denunciado enérgicamente las acciones devastadoras de algunos Estados para intentar limpiar sus crímenes cometidos en el pasado.

Para finalizar, ha hecho hincapié en que Pekín rechaza cualquier injerencia sin la aprobación del CSNU en los asuntos internos de los otros países ya sea en Oriente Medio o en Europa.

El ministro chino ha hecho estas afirmaciones, el mismo día en que su homólogo ruso, Serguei Lavrov, acusara a los países occidentales, en particular EE.UU., de no escatimar esfuerzos para dominar el mundo.   

En respuesta a las críticas de la Unión Europea (UE) y EE.UU. por la injerencia de Moscú en los asuntos internos de Ucrania, Lavrov ha declarado que el Gobierno de Kiev reprime brutalmente la voz prodemocrática de los independentistas del este de Ucrania (las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk).

Las relaciones entre Rusia y Occidente empeoraron a raíz de la crisis ucraniana. EE.UU y la Unión Europea (UE) entre otros países occidentales han impuesto varias rondas de sanciones económicas a Moscú acusándolo de intervenir en los asuntos de Ucrania.

Por su parte, las autoridades rusas rechazan contundentemente tales imputaciones y acusan al Occidente, encabezado por EE.UU., de haber llevado a cabo acciones inhumanas en la región.

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