• La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante un discurso en el Palacio presidencial de Planalto, en Brasilia (capital). 18 de marzo de 2015
Publicada: jueves, 19 de marzo de 2015 1:59

Unos días después de las protestas celebradas en rechazo a los actos de corrupción, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha presentado este miércoles una serie de medidas para endurecer la lucha contra este flagelo que afecta a la sociedad brasileña.

Rousseff: Mi compromiso con el combate a la corrupción es coherente con mi vida personal, con mi práctica política.

“Mi compromiso con el combate a la corrupción es coherente con mi vida personal, con mi práctica política”, ha declarado Rousseff durante una ceremonia en el Palacio presidencial de Planalto, en Brasilia (capital).

Es necesario “investigar y castigar a los corruptos y corruptores para garantizar la protección de los inocentes”, ha aseverado la mandataria brasileña.

Una de las iniciativas que considera delito penal es el ocultamiento o lavado de dinero con fines electorales, así como la incompatibilidad de ganancias y bienes de funcionarios públicos, según fuentes estatales.

Además incluye una legislación para que se castigue el enriquecimiento ilícito de los funcionarios públicos y se prohíba ocupar cargos públicos de confianza a las personas con antecedentes por corrupción.

El paquete de medidas, anunciadas por Rousseff, se enviará al Congreso para su examen y aprobación.

El pasado domingo, cientos de miles de personas protagonizaron amplias manifestaciones antigubernamentales en diversas ciudades de Brasil contra la corrupción en el sistema político del país sudamericano y pidieron la destitución de Rousseff.

Uno de los monotemas de las marchas antigubernamentales era la corrupción que se refiere a la petrolera estatal brasileña Petrobras.

La corrupción que sacude a Petrobras salió a la luz en marzo de 2014, después de que la Policía Federal revelara los desvíos de fondos y los sobornos aceptados por las autoridades de la petrolera.

De acuerdo con las pesquisas realizadas, la red de corrupción movió en la última década unos 10 mil millones de reales (unos 3850 millones de dólares) en sobrefacturación de obras y contratos.

El gigantesco escándalo de corrupción provocó grandes problemas a la empresa a la hora de absorber fondos en los mercados internacionales y causó que perdiera el 58 % del valor de mercado en los últimos cuatro meses, razón por la que la petrolera redujo al mínimo sus inversiones para los próximos años.

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