• Partidarios del partido opositor birmano Liga Nacional Democrática (LND) llevan fotos de la lider opositora, Aung San Suu Kyi.
Publicada: domingo, 8 de noviembre de 2015 7:35

Los colegios electorales en Birmania abren las puertas para los comicios generales. ASEAN los califica de injustos por excluir a los candidatos de las “minorías étnicas y religiosas”.

Más de 30 millones de birmanos aptos para votar han sido convocados a las urnas este domingo a fin de elegir a sus representantes en las primeras elecciones "libres" desde 1990.

Independientemente de lo que suceda en la jornada electoral, los errores fundamentales que han pasado sin ser resueltos, hacen que esta votación no pueda considerarse libre, justa, inclusiva, y creíble", subrayó el presidente del grupo de Parlamentarios de la ASEAN por los Derechos Humanos, Charles Santiago

En 1990, la opositora Liga Nacional Democrática (LND) logró obtener 392 asientos parlamentarios de un total de 492, pero la junta militar cambió los resultados y sometió a su líder, Aung San Suu Kyi, a 15 años de arresto domiciliario.

La competencia se centra principalmente entre la LND que aspira a repetir su triunfo y el gobernante Partido de la Unión por el Desarrollo y la Solidaridad (USDP), heredero del régimen militar en Myanmar (Birmania).

Aunque la opinión pública birmana se muestra entusiasta de participar en una votación libre en el país asiático, los grupos pro democráticos, entre ellos los Parlamentarios de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) por los Derechos Humanos creen que el resultado de los comicios no pueden considerarse “inclusivo y creíble” debido a las acciones restrictivas del Ejecutivo.

En un comunicado emitido el viernes, el grupo de Parlamentarios por los Derechos Humanos aseguró que la legitimidad de la votación ya ha sido "profundamente socavada por las decisiones del Gobierno".

"Independientemente de lo que suceda en la jornada electoral, los errores fundamentales que han pasado sin ser resueltos, hacen que esta votación no pueda considerarse libre, justa, inclusiva, y creíble", subrayó el presidente de la agrupación y diputado malasio, Charles Santiago.

El colectivo de legisladores de los países de la ASEAN que trabaja para mejorar la situación de los derechos humanos y la justicia en la región, precisó que la privación de los derechos y la exclusión "deliberada" de las minorías étnicas y religiosas específicas, y el fracaso en modificar la Constitución redactada en 2008 por el régimen militar son factores "que impiden que estas elecciones constituyan un verdadero reflejo de la voluntad del pueblo de Myanmar".

Rohingyas huyen de la persecución religiosa en barcos dirigidos por traficantes de persona.

 

Para los legisladores de la ASEAN, la descalificación de varios aspirantes a principios de este año mostró que "las autoridades electorales tienen como objetivo a los candidatos musulmanes en el contexto de un entorno político, que ha vilipendiado a musulmanes y ha permitido la proliferación del discurso del odio".

La nota denuncia la decisión a principios de este año del Gobierno birmano de revocar los derechos de voto de los ciudadanos que tienen la tarjeta de identificación temporal, a pesar de que ellos habían sido autorizados a participar en las elecciones anteriores y dice que la medida "privó a cientos de miles de la oportunidad de tomar parte en el proceso político".

Asimismo, criticaron a las autoridades birmanas por no abrir centros de votación en ciertas regiones del país, entre ellas las zonas en conflicto.

"Esperábamos que las advertencias constantes de la comunidad internacional estimulasen al Gobierno de Myanmar para cambiar de rumbo y abrazar la reforma constitucional necesaria", dijo Santiago. "Desafortunadamente, esto no ha ocurrido y eso significa que al pueblo de Myanmar se le han robado la oportunidad de abrazar el cambio democrático real", agregó.

El pasado 29 de octubre, la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Myanmar, Yanghee Lee, denunció en su momento la exclusión de los musulmanes de las elecciones y exigió al Gobierno respetar los derechos humanos.

Los conflictos étnicos acaecidos en 2012 en el estado de Rajine (oeste), con brotes de violencia entre la minoría musulmana rohingya y la mayoría budista, causaron gran conmoción. La continuidad de esa situación ha sido calificada por grupos pro derechos humanos de “genocidio racial”.

Los musulmanes rohingyas de Myanmar (Birmania) viven en condiciones sumamente deplorables.

 

Desde el año 2012, los rohingyas son blanco de constantes ataques de extremistas budistas, incluso la ONU los consideró como la minoría “más oprimida” del mundo.

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