• La estrategia del olvido

Hace más de un año, Jesús López Tapia perdió a su hijo: David Jesua López García desapareció en Nuevo Laredo, y desde entonces la el Gobierno de México se niega a investigar el caso.

Sólo una solicitud de la Organización de las Naciones Unidas y más de una semana de huelga de hambre, hicieron que las autoridades correspondientes dieran una respuesta escuálida a las peticiones de la familia de David.
El informe del Gobierno Mexicano, en respuesta a la solicitud del comité contra la desaparición forzada de la Naciones Unidas, simplemente se limita a asegurar que la Secretaría de la Defensa Nacional de México (SEDENA) realizó búsquedas exhaustivas del desaparecido en sus bases de datos y archivos de los organismos militares relacionados con Nuevo Laredo, Tamaulipas, y la zona militar en Apodaca, Nuevo León y que no encontró nada. La familia, en tanto, ya había denunciado ante el comité que David había sido detenido por militares de esa secretaría.
La justicia parece eludir con ahínco a la suerte de la familia López García, pese a sus constantes esfuerzos, tal como a miles de familias mexicanas. El Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) tenía hasta el 30 de abril del 2018, 37 mil 435 personas registradas como no localizadas.
Pero incluso los números son imprecisos, el RNPED no permitiría analizar el desarrollo del fenómeno puesto que cada mes se actualizan las cifras sin respaldo de los datos anteriores, haciendo imposible saber cuántos de los desaparecidos fueron localizados y cuáles son nuevos registros.
La corrupción y la impunidad han hecho que en México los desaparecidos se vean obligados a desaparecer reiteradas veces, al ser invisibilizados por el sistema de justicia que debiese velar por conocer la verdad sobre sus paraderos y dar con los responsables.
El caso de los estudiantes desaparecidos de la normal rural de Ayotzinapa se ha vuelto el más emblemático, y aunque está lejos de ser el único, el mismo es un claro ejemplo de cómo lleva a cabo la estrategia del olvido el aparato gubernamental mexicano, que, con trabas burocráticas, inoperancia, faltas al debido proceso, e incluso violaciones graves a los derechos humanos, intenta desaparecer los casos de los desaparecidos que no les conviene explicar.
Tanto para los padres de David, como para los de Ayotzinapa, y los miles que hoy buscan a sus hijos e hijas, el luchar contra el sistema que busca aplacarlos, silenciarlos, cansarlos, ha sido una revictimización constante, y la certeza de que sólo un cambio radical en el sistema de justicia acabará con la estrategia del olvido.

 

miércoles, 26 de septiembre de 2018 2:22
Comentarios