EEUU en la semana que pasó (2-8 enero 2021)
Estamos a su servicio con el espacio “EE.UU. en la semana que pasó”, en el que haremos un repaso a las noticias más importantes en el país norteño en este periodo de tiempo.
La presentación oficial de Joe Biden como el nuevo presidente de EE.UU., la agitación política sin precedente en Washington, el ataque de los partidarios de Trump al edificio del Congreso y las crecientes demandas para destituir a Trump, así como, las nuevas sanciones de EE. UU. contra Irán fueron los acontecimientos más importantes de EE.UU. durante la semana que pasó.
A pesar de los esfuerzos de los partidarios de Trump en el Congreso de los Estados Unidos, Joe Biden fue confirmado oficialmente como el 46 ° presidente del país con 306 votos del Colegio Electoral.
La reunión conjunta del Congreso fue suspendida el 6 de enero durante seis horas debido al asalto de los partidarios de Trump.
Los esfuerzos de Trump no condujeron a ninguna parte, y Joe Biden tomará el poder a partir del 20 de enero. Tras la confirmación de la victoria de Biden en el Congreso, Trump anunció en un comunicado que el 20 de enero entregará el poder a Biden
Por otra parte, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, enfatizó el 9 de enero que los demócratas esperan que Trump renuncie inmediatamente, de lo contrario iniciarán un juicio político en su contra.
Los demócratas en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes también emitiendo un comunicado pidieron un inmediato juicio político contra Trump.
Las acciones de Trump han envalentonado a los agitadores de todo el mundo.
El 6 de enero, simultáneamente con el inicio de la sesión conjunta del Congreso para ratificar la victoria de Biden en las elecciones presidenciales, fue atacado el edifico del Capitolio. En este asalto, 4 personas perdieron la vida y otras 52 fueron detenidas.
La rival de Trump en las elecciones presidenciales de 2016, Hillary Clinton, en un tuit calificó a los partidarios de Trump, que atacaron al edificio del Congreso, como terroristas internos y dijo que “hoy estos terroristas irrumpieron en uno de los centros de nuestra democracia".
El ataque contra el Congreso estadounidense, el saqueo de sus bienes, los disparos de los agentes policiales, el lanzamiento de gases lacrimógenos y la muerte de cuatro personas, apuntan a una tormenta que ya había comenzado hace mucho tiempo y que llegó a su punto álgido tras la campaña electoral de 2020.
Casi todos los enemigos, críticos e incluso aliados cercanos de Trump en el Congreso y otros importantes centros sociopolíticos de Estados Unidos, tildaron los incidentes del 6 de enero como un ataque a la "democracia estadounidense" y un intento para consumar un golpe de Estado.
Chris Cuomo, conocido presentador de la cadena CNN, al criticar el asalto de los agitadores a la democracia en Estados Unidos, dijo que "ahora somos testigos de la democracia de los agitadores en Estados Unidos”.
En este contexto, algunas figuras pidieron la destitución de Trump o su juicio político por parte del Congreso. El presidente del Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU., Richard Haas, analizando los disturbios en Washington y el ataque al edificio del Congreso, dijo que es poco probable que alguien en el mundo respete al país norteño como antes, añadiendo que, si la época post-estadounidense tiene una fecha de inicio, esta fecha es definitivamente el 6 de enero.
Tras el asalto de los partidarios del mandatario norteamericano Donald Trump al edificio del Capitolio para evitar el anuncio de la victoria de Biden en las elecciones presidenciales, se dispararon las demandas para la destitución del magnate inmobiliario.
En este sentido, varios representantes demócratas pidieron al vicepresidente de EE.UU. Mike Pence que invocara la enmienda 25 de la Constitución para desbancar del poder a Trump.
Los representantes demócratas criticaron duramente a Trump por incitar a los insurgentes a atacar el edificio del Congreso.
La representante demócrata por Massachusetts, Ianna Presley, también tuiteó que Trump debe ser destituido lo antes posible por parte de la Cámara de Representantes, calificando los incidentes del 6 de enero de peligrosos e inaceptables.
Otro demócrata, David Cicilin, tuiteó; estos acontecimientos incitaron a la violencia y el presidente es el principal culpable, por lo que hay destituirlo.
A su vez, la demócrata neoyorquina Alexandria Ocazio Cortes, en un tuit pidió el inmediato juicio político a Trump. La demócrata Jennifer Weston, también, pidió la destitución de Trump y calificó a los revoltosos como terroristas internos agregando que el presidente de EE.UU. apoyaba a estos terroristas internos, incluso antes de los comicios.
Jay Timmons, presidente de la Asociación Nacional de Industriales, que representa a más de 14.000 grandes empresas, incluidas Pfizer, ExxonMobil y Toyota Motors, después del ataque de los partidarios de Trump al edificio del Congreso y las violentas protestas por los resultados electorales, instó a la renuncia de Trump del poder.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció el 5 de enero nuevas sanciones contra personas y empresas vinculadas a Irán. En consecuencia, una persona y 16 empresas con sede en Irán, Alemania, Gran Bretaña y China se han agregado a la lista de "ciudadanos y personas específicos sancionados" de dicho ministerio.
De esta forma, fueron sancionadas 12 empresas iraníes productoras de acero y otros productos metálicos junto con tres representaciones extranjeras de la venta de una importante empresa que opera en el campo metalúrgico y minero en Irán.
Trump ya había emitido una orden en mayo de 2019 para imponer sanciones a los sectores del hierro, acero, aluminio y cobre en Irán.
En junio de 2020, el Departamento del Tesoro. agregó a su lista de sanciones a ocho empresas con sede en Irán, los Emiratos Árabes Unidos, Hong Kong y Alemania, que trabajaban en el sector metalúrgico de Irán.
La imposición de estas sanciones forma parte de la política de máxima presión que emprendió el gobierno de Estados Unidos contra Irán después de su salida del acuerdo nuclear iraní, o el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, siglas en ingles), en mayo de 2018.
Trump había prometido que al abandonar el JCPOA y al imponer la política de máxima presión contra Irán, obligaría a Teherán a sentarse a la mesa de negociaciones a fin de alcanzar un “acuerdo mejor”.
Mientras falta poco tiempo para finalizar los cuatro años del mandato presidencial de Trump, éste ha fracasado en lograr el citado objetivo, y la República Islámica de Irán adoptando una política de máxima resistencia, no solo, frustró la campaña de máxima presión norteamericana, sino que, también no se sentó a la mesa de negociaciones con la Administración Trump.
Ivan Taror, experto de asuntos políticos, en un análisis publicado en el Washington Post sobre la política de Trump hacia Irán, comentó que la máxima presión no detuvo a Irán.
Las citadas nuevas sanciones se impusieron contra Irán en condiciones en que Washington en una reciente medida en la Asamblea General de las Naciones Unidas, no logró reactivar el Comité de Sanciones contra Irán.