“Una vez más queda en evidencia la antidiplomacia, el irrespeto y la sumisión a los dictámenes de los Estados Unidos”, comunicó el jueves el Ministerio de Exteriores de Venezuela.
La misma jornada del jueves, los presidentes de Colombia y Chile, Iván Duque y Sebastián Piñera, respectivamente, mantuvieron una reunión en Santiago (capital chilena), marcada por la crisis venezolana. Las dos figuras reiteraron su respaldo al dirigente opositor venezolano Juan Guaidó —que se autoproclamó en enero “presidente interino”— y calificaron de “dictador” al presidente Nicolás Maduro.
Según la nota de la Cancillería venezolana, Colombia y Chile son “gobiernos satélites de Donald Trump” y “un instrumento para la agresión contra el pueblo venezolano y sus instituciones”.
Las retóricas antivenezolanas de Duque y Piñera se producen, mientras ambos mandatarios priorizan sus intereses económicos por encima de las necesidades de los pueblos de sus países, precisa el texto.
Una vez más queda en evidencia la antidiplomacia, el irrespeto y la sumisión a los dictámenes de los Estados Unidos”, comunica el Ministerio de Exteriores de Venezuela a raíz de las recientes retóricas de los presidentes de Colombia y Chile contra Nicolás Maduro.
Al respecto y en caso concreto de Chile, el comunicado se refiere a la persecución y exterminio de los mapuches, a la criminalización de la protesta social por exigir derecho a la educación y salud, así como al hecho de que Piñera gobierna con la Constitución heredada del exdictador Augusto Pinochet (1974-1990) .
Sobre Colombia, la Cartera venezolana destacó la crisis humanitaria en el país, el asesinato sistemático de los líderes sociales, así como el aumento de la producción de droga.
Señalando la plena sumisión de Bogotá a los planes golpistas de Washington para Venezuela, Caracas alertó hace días de que el Gobierno de Colombia estaría dispuesto a lanzar una maniobra belicista en Venezuela.
Maduro, que ha repudiado en múltiples ocasiones la subordinación de Bogotá a Washington, anunció en febrero la ruptura de las relaciones diplomáticas con Colombia.
La postura golpista de la Administración de Duque hacia Venezuela, ha recibido duras críticas en Colombia, donde diferentes políticos y legisladores han rechazado el apoyo de Bogotá a “la guerra imperial” contra Caracas, que amenaza la paz en toda América Latina.
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