Trump firmó en agosto de 2017 una orden ejecutiva imponiendo por primera vez sanciones financieras contra el Gobierno de Nicolás Maduro, prohibiendo las negociaciones sobre nuevas emisiones de deuda y de bonos por parte del Gobierno de Caracas y de la petrolera estatal PDVSA.
Dentro de las más recientes sanciones antivenezolanas de Washington, el inquilino de la Casa Blanca firmó el 19 de marzo una orden ejecutiva con la que prohíbe a los estadounidenses realizar transacciones con las criptomonedas emitidas por el Gobierno de Venezuela.
En reacción, Maduro denunció “la persecución ilegítima, inmoral y absurda del Gobierno imperialista de Trump contra el petro de Venezuela” que, según criticó, tiene como meta impedir la recuperación económica en el país caribeño.
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