“Se ha registrado una querella por hechos calificados por la denunciante de violación, que habrían tenido lugar en la noche del jueves al viernes en París”, por lo que se ha abierto una investigación, ha publicado este sábado la agencia francesa de noticias AFP.
La actriz y modelo, de 27 años de edad, afirma que los hechos han tenido lugar este mismo fin de semana en el hotel de lujo capitalino Le Bristol, donde ella se habría sentido obligada a mantener relaciones con Besson, de 59 años —con quien dice tener una relación íntima desde hace 2 años—, por consideraciones de tipo profesional.
El abogado del cineasta, Thierry Marembert, ha declarado a la misma agencia que “Luc Besson desmiente categóricamente estas acusaciones fantasiosas” y ha descrito a la querellada como “alguien a quien él conoce, con quien él nunca ha tenido un comportamiento inapropiado”.
La denuncia se ha hecho pública poco antes de la ceremonia de clausura del festival de Cannes, en la que la actriz italiana Asia Argento ha afirmado públicamente haber sido violada en 1997, en esa misma ciudad del sur de Francia, por Weinstein, del que ha dicho que “nunca más” será bienvenido en el certamen.
Argento tuvo en octubre del año pasado un papel destacado en el lanzamiento de cientos de acusaciones al productor neoyorquino de agresiones y abusos sexuales cometidos contra un gran número mujeres a lo largo de su carrera en Hollywood, desatando una ola de denuncias similares en todo Occidente.
Se ha registrado una querella por hechos calificados por la denunciante de violación, que habrían tenido lugar en la noche del jueves al viernes en París”, han declarado fuentes judiciales francesas citadas por la agencia local de noticias AFP.
Las acusaciones a la clase dirigente occidental —política, mediática, clerical, etc.— de conductas depravadas con violencias frecuentes y sistemáticas de tipo sexual contra mujeres —e incluso menores de edad a gran escala— se han hecho cada vez más frecuentes en los últimos años.
En febrero se publicaron los resultados de una encuesta realizada en el Parlamento británico, según los cuales un 20 % de los empleados y personas que habían mantenido algún tipo de colaboración con el órgano legislativo en los 12 meses anteriores habían sido víctimas o testigos de conductas sexuales indeseables en distintos grados.
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