Las fuerzas ocupantes de EE.UU. trajeron el domingo otros 22 camiones cargados con armamentos y material logístico a la base militar de “Life Stone Resort”, que el país norteamericano ha construido de manera ilegal en el oeste de Al-Hasaka, informó la agencia oficial siria de noticias SANA.
El convoy militar estadounidense ingreso a Siria desde Irak y fue escoltado por ocho vehículos blindados, agregó el medio sirio, citando de manera anónima a fuentes civiles residentes de Al-Hasaka.
El sábado, las tropas invasoras de EE.UU. habían enviado asimismo otros 40 camiones llenos de armas y refuerzos militares a una base militar en la localidad de Jarab al-Jeir, a las afueras de la ciudad de Al-Malikiyah, en Al-Hasaka.
El convoy militar entró en las zonas nororientales de Siria a través del cruce fronterizo de Al-Walid, en el norte de Irak, según reportaron medios sirios.
En los últimos meses, Washington ha enviado decenas de convoyes militares a zonas nororientales de Siria, ricas en campos petrolíferos, a pesar del férreo rechazo del Gobierno y el pueblo del país árabe, que en muchas ocasiones han impedido el paso de camiones y vehículos blindados estadounidenses de aldeas y ciudades sirias.
El Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, ha exigido en un sinfín de veces la retirada de las fuerzas invasoras y ocupantes de EE.UU. de su país, mientras denuncia el saqueo de su petróleo por Washington, al que acusa, además, de apoyar a los remanentes de los grupos terroristas y armados para desestabilizar Siria.
Ante tal escenario, Damasco ha alertado una y otra vez a EE.UU. que, tras desterrar a los terroristas de su último feudo en Siria, es decir, la provincia noroccidental de Idlib, el Ejército sirio expulsará a todas las fuerzas ocupantes, incluidas las estadounidenses, de su territorio.
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